Las Neurociencias en la Psicología Clínica
Actualmente en psicología pocas personas se atreverían a decir que las neurociencias no son importantes para la profesión. De hecho, al mirar hacía atrás, es posible darse cuenta que tanto han cambiado los pensums de los programas de psicología e incluso los libros de texto. Las neurociencias han trasformado la forma en la que se enseña la disciplina y podríamos decir que ha transformado a la disciplina misma, en sus fundamentos. -Pero del dicho al hecho hay mucho trecho. Si bien, no negaríamos el valor de las neurociencias, realmente ¿Qué tanto usamos ese conocimiento en los campos aplicados de la psicología? o ¿Qué perspectivas hay respecto a la relación entre neurociencias y la práctica clínica? Espero contar con sus respuestas (honestas más que políticamente correctas) en este espacio.
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ResponderEliminarDespués de la revisión teórico-práctico que se realizó durante el desarrollo de la materia y entender que así como la psicología se ocupa de la conducta y la mente, pues la neurociencia se ocupa de cómo funciona el sistema nervioso, el cuál es el soporte de la mente y el dispositivo físico en el que se asienta el control de la conducta. Visto desde dicha perspectiva y teniendo en cuenta el lucido juego de que los neurotransmisores desarrollan dentro del proceso neuronal y la conducta del ser, puede evocarse el desarrollo del interés que se posee hacia esta materia, al comprenderse desde principios remotos y en lo personal que la Neurociencia, puede ser, a humilde criterio, una de las disciplinas más complejas y completas que posee la psicología clínica como apoyo interdisciplinario.
ResponderEliminarPoder unificar estas dos disciplinas permite entender la conducta emocional, la cual es considerada una respuesta compleja que incluye distintos componentes fisiológicos, así como otros perceptivos, expresivos, cognitivos y subjetivos (Scherer y Ekman, 1984).
Desde la neurobiología se conoce como el principal aportante a la teoría de la función emocional al neurólogo James Papez, quien fue el descubridor del cerebro emocional; en la actualidad la teoría con mayor aceptación es la que alude a la relación existente entre la emoción con el sistema nervioso central y el periférico, más específicamente con el sistema límbico y dentro este la amígdala. También se habla de estructuras representativas de los estados del cuerpo y las que permiten la percepción de estímulos (marcadores hormonales, motores, endocrinos y de función autónoma), quienes intervienen en el nivel de intensidad de la emoción; y de presentarse alguna alteración entre ellos, las áreas del cerebro directamente implicadas disminuirían la emoción y como consecuencia existirá una alteración en la conducta.
Este sistema protagonista (límbico) se compone por la circunvolución singular y la parahipocampica, quienes constituyen el lóbulo llamado del mismo modo; además las conexiones anexas que forman el hipocampo, la amígdala y el hipotálamo. Formando estas entre si la parte de mayor antigüedad en la corteza. Existen también conexiones relacionadas con los estados de alerta y, las conexiones del córtex sensorial son las que generan representación emocional de estímulos.
Es preciso mencionar en esta descripción la ubicación anatómica de la llamada “amígdala”, la cual está en zona anterior del lóbulo temporal; constituye como el eje de la emoción, su integración y recuerdo a la hora del control del comportamiento, además de la generación de conductas emocionales e instintivas. Es también condicionante de la emoción del miedo, siendo que si sufre alguna lesión esta estructura, se verán eliminadas las reacciones de temor ante estímulos que comúnmente lo generan. La amígdala entonces contiene en sí gran información relacionada con el reconocimiento de expresiones y recuerdos con contenido emocional.
Referencias
Carvajal Molina, J (2004) Neuropsicología de la percepción y la expresión facial de emociones: Estudios con niños y primates no humanos Universidad autónoma de Madrid
Díaz (2010) Comportamiento Desviado y neuropsicología
Lozano (1995) libro, Trastornos Mentales y Responsabilidad Penal
Umpire (2005) Psicología de las emociones y sus desarrollos neurológicos
La emoción es uno de esos puntos donde se mezcla el análisis de la neurobiología con el análisis psicológico, es necesario entender que la respuesta del sistema autónomo (SNA) es la base primordial de la respuesta afectiva, donde los contextos externos e internos fungen como estímulos condicionados que se asocian a respuestas particulares del SNA como el sobresalto (), de tal forma que el espectro de posibles estímulos sobre los cuales se responde emocionalmente se amplía; por ejemplo la amígdala mediante los núcleos basolaterales y centrales cumple funciones de asociación de condicionamientos de temor, que pueden ser o no inhibidos por claves contextuales desde corteza prefrontal, Damasio (2004) denomina a la optimización del proceso de decisión mediante la emoción como marcador somático. Damasio, A. (2004). El error de Descartes. Barcelona: Crítica
EliminarMónica, realmente no respondes las preguntas. Es un resumen muy general de neuro de las emociones.
EliminarNo veo a qué estás respondiendo Liliana?
EliminarRolando Plaza Vidal
ResponderEliminarUna de las perspectivas que, en mi opinión es de gran interés, evoca un sentimiento de atracción hacia la temática de neurociencias y sus fuentes dentro del comportamiento humano, tiene que ver con, los neurotransmisores y su relación directa con el comportamiento humano. Por ejemplo: El amor, es un sentimiento que todo ser humano ha llegado a sentir, que no es más, que el significado de la atracción mutua entre dos personas… pero, ¿Qué genera dicha atracción? Sorprendentemente, la neuropsicología tiene las respuestas a esas preguntas. El amor, deseo, atracción, pasión, interés y búsqueda de empatía mutua se genera a través de la segregación de neurotransmisores llamados Feniletilamina, los cuales al hacer su respectiva sinapsis pasando de axón a axón y acompañados de una buena dosis de dopamina, generan ese hermoso sentimiento de atracción hacia quien nos gusta.
La función psicológica superior (la que surge durante la vida), representa no una “Capacidad Psíquica” fenómeno psicológico unitario que no se puede dividir en partes constitutivas sino en forma compleja de la actividad psicológica que incluye en su estructura los motivos rectores, los objetivos (Programas) los eslabones ejecutivos (acciones y operaciones que se incluyen en ellas) y los mecanismos de control. El cerebro se organiza de acuerdo a muchos procesos sistémicos: proyectivo, asociativo, regulatorio, etc. participa en la realización de las funciones psicológicas como una unidad compleja, que consta de componentes de alta diferenciación, organizados de acuerdo al principio sistémico, según el cual, diferentes estructuras cerebrales y procesos fisiológicos específicos a ellos, “responden” por diferentes aspectos de la función.
De este modo, se puede observar como la conducta estudiada en la psicología tiene una estrecha relación con las Neurociencia, pues estas se complementan la una de la otra para entender al ser humano en todas sus dimensiones. Por otro lado unificar estas dos disciplinas ayuda al psicólogo clínico en el momento de emitir un diagnóstico y por ende un tratamiento más adecuado, el cual vaya dirigido a disminuir significativamente los costos sociales de las patologías.
Además que la neurología y las ciencias biología por una parte, la psicología y la ciencia del comportamiento por otra, presentan un desarrollo relativamente igual, encaminado en la misma línea, preocupándose de una manera especial por el conocimiento de las bases biológica y neurofisiológicas que lleva a la aparición de los fenómenos estudiados por la psicología.
Ya como conclusión se puede decir que, el objeto de estudio y el fin, tanto de la psicología como la neurociencias, es la salud mental del hombre, de aquí la importancia de incluir en la formación del psicólogo clínico el estudio de las neurociencias como un aliado a la hora de entender el comportamiento.
Referencia:
Ardila, A., & Rosselli, M. (2007). Neuropsicología clínica. Editorial El Manual Moderno.
Eibl-Eibesfeldt, I. (1993). Biología del comportamiento humano: manual de etología humana. Alianza Editorial.
Rains, G. D. (2004). Principios de neuropsicología humana. México: McGraw-Hill.
Vygotski, L. S. (1996). El desarrollo de los procesos psicológicos superiores (p. 66). M. Cole, V. John-Steiner, S. Scribner, & E. Souberman (Eds.). Barcelona: Crítica.
Rolando Plaza Vidal
Veo poca conexión entre la primera idea y el resto del documento, su respuesta es demasiado general. No hay un propuesta clara ni desarrollada
EliminarCon respecto a lo visto durante el desarrollo de la asignatura, se logró comprender que las neurociencias son una disciplina que abordan la estructura y la organización funcional del sistema nervioso central particularmente del encéfalo, desde una visión inter, multi y transdisciplinar lo que le permite ser una de las ciencias más completas en cuanto el estudio de las funciones cerebrales debido a la profundidad de sus estudios y a los profesionales involucrados en estos, a su vez el rotulo de neurociencias entrelaza un mundo de saberes y disciplinas, entre ellas la psicología cognitiva y experimental son unas de las más dominantes debido que al igual que las neurociencias está interesada en conocer las dinámicas comportamentales del individuo humano, sin embargo aunque la psicología tradicional reconoce los avances y los aportes que esta disciplina le da a los procesos realizados desde una postura clásica, los procesos básicos de psicoterapia independientemente del enfoque los profesionales se han encerrado en un pequeño campo de conocimiento volviéndose reduccionista, lo que ha dejado el campo de las neurociencias un poco relajado dentro del quehacer clínico de los psicólogos (Muñoz & Tirapu ,2004). Ahora bien dando respuesta al cuestionamiento propuesto por el docente ¿Qué tanto usamos ese conocimiento en los campos aplicados de la psicología? De acuerdo con lo anterior se puede identificar que la psicología clínica hace uso limitado de los conocimientos de neurociencia dado que en muchas oportunidades los profesionales se casan con un enfoque y no se permiten conocer y estudiar de manera detallada otras disciplinas que generan aportes importantes, ahora bien en muchas oportunidades esta poca aplicación de conocimientos se ve relacionada con los costos de especializaciones, maestría e incluso los instrumentos de evaluación utilizados en esta disciplina, sin embargo estos pequeños baches nos deben llevar a pensar en un popular adagio de maswlo “cuando solo tienes un martillo tratarás todas las cosas como si fueran clavos” lo que permite cuestionar cada una de las posturas profesionales y que tan reduccionistas podemos llegar hacer nuestro ejercicio profesional en el área clínica si dejamos de lado disciplinas tan válidas y útiles como la neurociencias.
ResponderEliminarEn cuanto a cuestionamiento ¿Qué perspectivas hay respecto a la relación entre neurociencias y la práctica clínica? Es importante mencionar que en la actualidad esta disciplina desde el área de aplicación clínica es tremendamente importante dado que la psicología en su aplicación clínica está cada vez se ve más interesada y busca desarrollar procesos en sinergia con las neurociencias, buscando dar explicación desde lo estructural y funcional de encéfalo a los problemas conductuales e incluso a la efectividad de los procesos de psicoterapia , por otra parte los procesos de evaluación e intervención desarrollados por las neurociencias proveen a la psicologia clínica una gran repertorio de información la cual puede ser usada en los procesos de psicoterapia y de esta manera mejorar estas intervenciones, lo que se puede constatar en diferentes estudios que se afirma que es casi imposible que un psicólogo desarrolle su quehacer profesional sin pensar que el sistema dopaminérgico o serotoninérgico pueden influir de manera significativa en el comportamiento de los individuos sin embargo y contrastando lo dicho en el primer cuestionamiento muchos de los profesionales aun conociendo loa avances de las neurociencias se niegan hacer uso de las herramientas metodológicas que esta ofrece.
Referencias
Tirapu, J. & Muñoz, J. (2004) Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicologia.com. Recuperado de: http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/755/
Interesante, y cómo crees que eso podría mejorar? cómo lo harías tú?
EliminarJuan Sebastian Bernal Castilla.
ResponderEliminarDesde mi práctica profesional, la neurociencia ha sido un elemento transversal para tener una aproximación a la comprensión de los adultos y niños con los cuales trabaja en el día a día, permitiéndole comprender como un retraso en el desarrollo motor, puede afectar las habilidades sociales de un niño de preescolar, cómo mediante la comprensión de la comunicación neuronal sináptica, es posible entender la acción de la medicación farmacológica en un cliente adulto y sus correlatos conductuales; así como, comprender, mediante la neuroanatomía funcional los procesos neurofisiológicos implicados en las técnicas terapéuticas que se aplican, tanto en niños, como en adultos. Es desde esta perspectiva que tanto la neurociencia como la psicología clínica deben integrarse en la práctica cotidiana, pues permite la comprensión holística del ser humano, y permite ajustar, diseñar e implementar estrategias de intervención ajustadas a la conducta y su respectivo correlato neurofisiológico.
Partiendo de este ejemplo, se resalta la importancia de la comprensión de las neurociencias para entender las problemáticas relacionadas al aprendizaje tanto instruccional como operante del niño y del adulto (Pulido & Calzada, 2010), como lo es en el tratamiento de cualquier tipo de adicción, donde se requiere comprender los neurotransmisores y las àreas cerebrales implicadas en la adicción, para lograr ajustar la intervención y las técnicas respectivas al paciente, según sea su problemática. Así mismo, la comprensión de la neuroanatomía funcional ha permitido el desarrollo de herramientas como el biofeedback (Antonio, 2016) y la estimulación magnética transcraneal (Gago, Durán, Vidal, López-Moríñigo & Cudeiro, 2016), las cuales son herramientas tecnológicas al servicio de la intervención en psicología clínica, neurología y psiquiatría para el tratamiento de trastornos del estado de ánimo (González-Olvera, Ricardo-Garcell, Lourdes, Miranda-Terrés, Reyes-Zamorano & Armas-Castañeda, 2013), permitiendo realizar intervenciones en corto tiempo y con pocos efectos secundarios. Ante el uso de estas herramientas, el psicólogo puede intervenir en el ambiente y las contingencias que este le provee al paciente, para lograr que la intervención tecnológica realizada sea efectiva a lo largo del tiempo.
Antonio Carrobles, J. (2016). Bio/neurofeedback. Clinica Y Salud, 27(3), 125-131. doi:10.1016/j.clysa.2016.09.003
Gago Ageitos, A. M., Durán Maseda, M. J., Vidal Millares, M., López-Moríñigo, J., & Cudeiro Mazaira, J. (2016). La estimulación magnética transcraneal para el tratamiento de alucinaciones auditivas refractarias en niños y adolescentes. Revista De Psiquiatría Infanto-Juvenil, 33(4), 447-457.
González-Olvera, J. J., Ricardo-Garcell, J., Lourdes García-Anaya, M. d., Miranda-Terrés, E., Reyes-Zamorano, E., & Armas-Castañeda, G. (2013). Análisis de fuentes del EEG en pacientes tratados con estimulación magnética transcraneal a 5 Hz como tratamiento antidepresivo. Salud Mental, 36(3), 235-240.
Pulido Rull, M. A., & Calzada Moyao, J. L. (2010). El Análisis Experimental de la Conducta: Algunos modelos experimentales de interés para las neurociencias. Revista Mexicana De Neurociencia, 11(4), 296-301.
Ana Isabel Rincon Hernandez 911162008
EliminarCoincido con Juan Sebastian, pues así como el, he tenido la oportunidad de trabajar y hacer uso de la información brindada por las neurociencias en términos de como funcionan las estructuras cerebrales, y como se da la comunicación neuronal, pues dentro de las labores que realizo esta la explicación del tratamiento (en mi caso de Neurofeedback) a los pacientes y parte del proceso es explicarles como funciona su cerebro y que puede estar pasando a nivel de ondas cerebrales que pueda explicar su comportamiento, para después proceder a explicar el tratamiento.
De igual forma en terapia muchas veces en la psico-educación, por ejemplo en los casos de ansiedad en donde se presenta activación fisiológica, el conocimiento del funcionamiento cerebral vuelve a jugar un papel importante.
Sin embargo, creo que es importante resaltar que así como en otras areas de la psicología parece ser que se han creado divisiones respecto al quehacer, que en muchos casos contribuye a que se pierdan de vista aspectos importantes que puedan explicar el comportamiento, lo mismo ha pasado con la psicología clínica y las neurociencias o mas aun la psicología clínica y la neuropsicología y cito:
"La sistematización que tiende a encontrarse en el estudio de diferentes fenómenos psicopatológicos, de su comprensión y de su tratamiento, permite apreciar cierta distancia entre los hallazgos más vinculados a la explicación de distintas conductas problema y cuadros clínicos y el tratamiento psicológico que muchas veces se plantea (Butler, 2004,' citado por Perez,2014). Esto, en muchas ocasiones, lleva a encontrar en algunos ámbitos clínicos específicos una ruptura entre lo que se investiga sobre la naturaleza de ese problema y el tratamiento que después de él se hace para enfocar la intervención (Perez,2014)" ... "la investigación básica que se hace sobre cuestiones clínicas muchas veces busca más explicar la naturaleza y funcionamiento de los procesos cognitivos que estudia que su implicación en el fenómeno clínico o psicopatológico a explicar. ".
Creo que esta escisión, si bien es util con fines académicos, también lleva a que muchas veces la adquisición del conocimiento en este caso en psicología se limite a eso, a obtener conocimiento a veces desligado de su uso en la practica en este caso clínica.
Referencia
Pérez, M. (2014).Aproximaciones a la Psicología Clínica desde diferentes paradigmas: más caminos. Clínica y Salud 25.
y lo de las perspectivas? crees que en otros campos la relación podría ser diferente?
EliminarAna: considero que con la cita que haces, hubieras podido dar una discusión más amplia, cuidado con las tildes.
EliminarAndrea Garzón
ResponderEliminarConsidero que, en la práctica clínica, las neurociencias brindan una gran ayuda ya que nos permiten comprender los correlatos neuro-biológicos específicos de ciertos trastornos emocionales o de comportamiento.
Por ejemplo, debemos tener en cuenta que, en muchas ocasiones una situación o elemento que afecta el flujo normal de hormonas y neurotrasmisores de una persona a nivel general (una enfermedad, efectos secundarios de un medicamento, embarazo-parto) puede llegar a ser facilitador de una depresión, y si bien habría claros correlatos a nivel cognitivos y comportamentales la neuro-biología de la persona tendría mucho peso y es por esto que debemos preguntar siempre en nuestra entrevista inicial sobre elementos médicos conocidos.
En episodios de crisis las medicaciones llegan a ser especialmente útiles para estabilizar al consultante y así facilitar la motivación frente al tratamiento, su concentración, e incluso la habilidad de controlar pensamientos negativos.
No obstante esto de ninguna manera demerita la eficacia de las aproximaciones terapéuticas psicológicas en la práctica cotidiana, lo cual es comprobado a través de varias investigaciones. Un metaanálisis realizado por DeRubeis, Gelfand, Tung y Simons, (1999) referente a pacientes con depresión severa concluye que la medicación antidepresiva y la terapia cognitiva no difieren considerablemente en su eficacia del tratamiento agudo de pacientes deprimidos. Por su parte Blackburn y Moore (1997) realizaron una investigación que pretendía comprobar la eficacia de la terapia cognitiva en el tratamiento agudo, la prevención de la recaída y la recurrencia en pacientes con depresión recurrente en comparación con la medicación antidepresiva, demostrándose que la terapia cognitiva tuvo igual eficacia que la medicación en la fase de tratamiento y mantenimiento.
Pérez, M. (2005). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I, Adultos. Madrid:Pirámide
DeRubeis RJ., Gelfand LA., Tung TZ y Simons AD. (1999) Medications versus cognitive behavior therapy for severely depressed outpatients: mega-analysis of four randomized comparisons. American Journal of Psychiatry. Jul;156(7):1007-13.
Pensando en el futuro de la práctica clínica crees que la relación continúe como la mencionas actualmente?
EliminarJosé Luis Escobar Estupiñan (911162026)
ResponderEliminarEl comportamiento de un organismo reside en el hecho mismo de ser un organismo, un ente biológico que en interacción con el ambiente, conforme a su historia, características y limitaciones, especialmente fisiológicas, transforma su entorno y se transforma en el proceso (Tirapu, Muñoz, 2004). En ese orden de ideas, el comportamiento de un organismo humano es el comportamiento de un ente biológico, compuesto por sistemas, órganos, células, impulsos, en donde el conocimiento de las estructuras del sistema nervioso cobra especial relevancia y resulta ineludible para la psicología, sea cual sea el enfoque o la epistemología desde la que se aborde el comportamiento.
Frente a las preguntas: ¿Qué tanto usamos ese conocimiento en los campos aplicados de la psicología? y ¿Qué perspectivas hay respecto a la relación entre neurociencias y la práctica clínica?, creo que como psicólogos, necesitamos estar más dispuestos a reconocer la necesidad de una mayor formación teórica y práctica en neurociencias, no solo fundamentos durante los primeros años de formación, más bien, una línea continua y transversal sobre las bases neurobiológicas de la conducta humana, sus avances, fortalezas y falencias. Puede que de este modo, las neurociencias puedan llegar a ser un eje central a la hora de enfocar procesos terapéuticos de evaluación e intervención más completos, en función de las necesidades de los consultantes, que permitan un avance progresivo. En esa línea, coincido con Cuartas (2011) cuando señala que “el psicólogo contemporáneo no puede escapar de esta realidad, observar la conducta humana y habilitar una aproximación desde las neurociencias como eje central para enfocar procesos de intervención terapéutica permitirá el desarrollo de arboles de decisión clínica y diagnostica más apropiados y avanzar en los esquemas de intervención, prevención y pronostico en la psicopatología” (p.1)
Referencias:
Cuartas, M. (2015). La importancia del aprendizaje de las neurociencias en la formación del psicólogo. International Journal of Psychological Research, 4(1), 5-6.
Tirapu, J. & Muñoz, J. (2004) Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicologia.com. Recuperado de: http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/755/
Al abordar la indagación acerca de la pertinencia en la intervención desde la psicología posibilitando la interdisciplinariedad es relevante decir que la comunicación que ha tenido la psicología con otras disciplinas, le ha permitido contar con datos científicos que expliquen, por ejemplo, como los procesos biológicos están intrínsecamente relacionados con los procesos mentales y la conducta observable (Kandel et al., 2001).La neurociencia es una ciencia integrada de la educación, el cerebro, la mente y el aprendizaje. El cerebro y sus implicancias se hacen presentes con más frecuencia en los ámbitos educativos (Dela Barrera y Donolo, 2009). En cuanto a lo referente a la percepción y la memoria, los aportes entregados desde la Neurociencia son determinantes, ya que permiten la proximidad a la especificidad de las conexiones sinápticas que se establecen durante el desarrollo y que constituyen el sustrato de la percepción, la acción, las emociones y el aprendizaje (Kandel et al., 2001). Siendo relevante la posibilidad de reconocer los procesos internos fisiológicos, constituyéndose en base fundamental para el desarrollo de terapias y modelos de intervención que apuntan no solamente a la solución de un problema en específico sino también fundamentados en el funcionamiento natural del individuo, reconociendo procesos fisiológicos, mentales y procesales. La literatura actual muestra que tanto las emociones, como los sentimientos, pueden fomentar el aprendizaje en la medida en que intensifican la actividad de las redes neuronales y refuerzan, por ende, las conexiones sinápticas, pensamos entonces que, en gran medida, emoción y motivación dirigen el sistema de atención el cual decide qué informaciones se archivan en los circuitos neuronales y, por tanto, se aprenden (Posner, 2004 y Posner y Rothbart, 2005).Así pues se observa como las funciones básicas del aprendizaje interviene una actividad cerebral compleja y el reconocimiento de dicha actividad permite una evaluación e intervención más apropiada y efectiva.
EliminarLa Neuropsicología, como disciplina que estudia las relaciones entre cerebro y conducta, se interesa más precisamente por las bases Neuro anatómicas de los comportamientos superiores llamados funciones corticales superiores y las patologías que de ellas se derivan (Dela Barrera et al., 2009). Las funciones mencionadas son las que usa el individuo para dar respuesta al medio: el lenguaje, la memoria, la orientación espaciotemporal, el esquema corporal, la psicomotricidad, las gnoxias, las praxias y las asimetrías cerebrales. Tras mencionar muchas de las características que permiten integrar la psicología y las neurociencias queda más que clara la evidencia del funcionamiento cerebral y como este explica la interacción del individuo con el medio ambiente.
se propone la aplicación al contexto clínico; el cual es un fundamento relevante para estudiar y contemplar posibles explicaciones sobre las diferentes patologías existentes, logrando así una intervención de mayor impacto. De esta forma hay aspectos importantes para considerar, en primer lugar entender que la psicología incluye la valoración del sujeto de estudio como un ser humano integral y busca una compresión global de su comportamiento en todos los niveles; esta formación desde la Psicología ofrece dentro de la práctica clínica abordajes más integradores, al tomar en cuenta evidencia aportada desde las neurociencias.
En segundo lugar el trabajo interdisciplinario ha permitido enriquecer los aportes de las propuestas, así como brindar puntos de vista en conjunto y desde múltiples niveles.
Referencias:
Barab, S y Plucker, J. 2002 Smart Peolple or Smart Contexts? Cognition, Ability, and Talent Development in an Age of Situated Approaches to Knowing and Learning. Educational Psychologist, 37 (3) 165-182.
Kandel, E. R., Schwartz, J. H., & Jessell, T. M. (2001). Principios de neurociencia. España: McGraw-Hill Interamericana.
Mc Guigan, F. J. (1996). Psicología experimental. Métodos de investigación. México: Prentice Hall
Me parece interesante la perspectiva del humano como ser biológico y de tener la neuro como un eje, creo que con esas ideas pudo haber dado una respuesta más amplia.
EliminarMarcela: el texto arranca bien pero pareciera que lo terminaras con afán.
EliminarCindy Paola Bermúdez Roa
ResponderEliminar927171009
UNA RELACIÓN VITAL PARA LA PSICOLOGÍA
Neuropsicología y Psicología Clínica
Se podría creer que la unión o alianza estratégica entre neuropsicología y psicología clínica, es inevitable, pero contrario a dicha postura se encuentra que cada una de estas áreas trabajan de forma independiente y la necesidad de trabajar en el mismo equipo se da por cuestiones investigativas, desconociendo que cada una de estas ramas le puede dar un aporte bidireccional en la práctica diaria, pues desde la neuropsicología se tiene el aporte de la comprensión del funcionamiento y las alteraciones en el cerebro, que tiene un gran impacto en el comportamiento de las personas (Tirapu-Ustárroz y Muñoz-Céspedes, 2004). Es innegable que las neurociencias aportan a la consolidación en el análisis de conducta, de forma tal que se puede dar una explicación integradora de comportamientos alterados.
Así mismo la psicología clínica ha demostrado que es vital en el proceso de recuperación de consultantes que han pasado por neurorehabilitacion o un proceso farmacológico, pues el psicólogo clínico funciona como un facilitador de cambio y ajuste, que dota a las personas con estrategias que le permiten hacerle frente a cada uno de los contextos en los que interactúa habitualmente la persona (Francisco, s.f), sin embargo para ser un buen trabajo interdisciplinario en este caso no basta con conocer todos aquellos elementos que permiten la modificación de la conducta, en este punto es importante identificar, por ejemplo el tipo de lesión cerebral, efectos secundarios del fármaco, áreas cerebrales afectadas, neurotransmisores implicados, etc. Y teniendo clara dicha información hacer el anclaje con los comportamientos que presentan los clientes, sino se hace dicho análisis será imposible tener una hipótesis que permita trabajar de forma adecuada y exitosa con cada individuo.
Un punto de quiebre y que es propio de polémica, es el uso de psicofármacos como la única y mejor opción en los tratamientos de salud mental, ya que con el paso de los días y con una cantidad de contextos que demanda de forma desmesurada que hayan resultados con rapidez, es más frecuente que las personas tomen medicamentos para hacerle frente a dichas demandas. Desde la práctica clínica es erróneo pensar que el uso único y exclusivo de medicamentos resulten ser la opción para darle solución a dichas demandas, pues si bien ayudan en el correlato biológico, no son suficientes puesto que no se estaría contemplando los déficits o excesos conductuales que se presentan, diferente si se acompaña de psicoterapia de tal forma que las personas no creen una dependencia al consumo de fármacos, para encontrar bienestar emocional, ya que se entrena y da herramientas para lograr cumplir con dichas demandas (EFPA, 2003).
No se puede ocultar y ser tajantes con el uso de psicofármacos, ya que en muchos casos resulta ser necesarios para regular los estados de ánimo resistentes a otros tratamientos o en el caso de un episodio psicótico, el trabajo del clínico es estudiar e indagar claramente cuál es la incidencia del fármaco a nivel cerebral y cómo los efectos de los medicamentos se relacionan con el comportamiento y trabajar teniendo en cuenta esos elementos.
Primero está el bienestar de quienes se acercan a consultar, que la lucha innecesaria por el poder.
Referencias
Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA). (2003). Psicología Clínica y Psiquiatría. Papeles del Psicólogo, 85, 1-10. Recuperado el 23 de Mayo de: http://www.redalyc.org/pdf/778/77808501.pdf
Francisco, J.F. (s.f). Unidades de Neuro-rehabilitación. Equipo interdisciplinario. POVISA Medical Center, Vigo. Spain. Recuperado el 24 de Mayo de: http://www.uninet.edu/union99/congress/confs/reh/12Juan.html
Tirapu-Ustárroz J y Muñoz-Céspedes J.M. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicología 8 (1), 1-14. Recuperado el 23 de Mayo de: http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/755/
Alejandro Peláez G.
EliminarLa Psicología nos ha enseñado que debemos abordar al individuo como un ser bio-psico- social y considero que así lo entendemos la mayoría, sin embargo, pienso que hasta hace muy poco tiempo, al componente biológico no se le daba la importancia ni la relevancia que requiere. A priori uno podría decir fácilmente y hasta con cierta convicción que las neurociencias son realmente fundamentales en el entender y atender los problemas de comportamiento de las personas, sin embargo, y más por un tema de formación, de conocimiento o de investigación, se hace a un lado este apartado en el estudio de la conducta humana.
Vemos como en su corto recorrido, las neurociencias del comportamiento, se cruzan en los caminos de diferentes ciencias, tales como la Psicología (Leahey, 1998).
Las neurociencias se deben abordar como un conjunto de ciencias que van más allá del funcionamiento del sistema nervioso; éstas, buscan explicar la conducta en relación con la actividad cerebral (Kandel, Schwartz & Jessell, 2001; Maureira, 2010). Por tanto, las neurociencias trabajan en el desarrollo de investigaciones que incluyen desde niveles moleculares y genéticos hasta niveles sistémicos y su interacción con factores ambientales y sociales.
La Neurociencia moderna representa una fusión de la Biología molecular, Neurofisiología, Anatomía, Embriología, Biología celular y Psicología, entre otras (Kandel et al., 2001).
A pesar de la evidencia empírica de los grandes aportes de las Neurociencias en el abordaje del comportamiento humano, en la práctica, la Psicología clínica, hasta hace muy poco tiempo, no hacía uso de los grandes aportes que tiene esta ciencia en el estudio de la conducta humana.
La dinámica ha empezado a cambiar, es por eso que hoy vemos equipos interdisciplinarios compartiendo y sobre todo construyendo conocimiento que redunda en el mejor entendimiento del comportamiento de las personas.
Respecto a la perspectiva entre Neurociencias y Psicología clínica, estoy convencido que, en el mediano plazo, la segunda no será posible o por lo menos no será funcional sin la primera. Vemos como los canales fisiológicos a través de los cuales viajan los estímulos y se anidan en las estructuras del cerebro, nos han permitido entender de una mejor manera los efectos de los mismos en la conducta. También de manera explicativa, hemos vistos como diferentes “estímulos” al cerebro tales como, EMT o la TEC, tienen un efecto muy importante en el tratamiento de conductas desadaptativas, hemos evidenciado de igual manera como la farmacología puede “alterar” o regular procesos bioquímicos en el cerebro del individuo.
Dado lo anterior, considero que cada vez, las Neurociencias serán un factor preponderante en el estudio y tratamiento de la conducta humana, pero es necesario que se sigan fortaleciendo los conocimientos, los equipos interdisciplinarios, que se construya en conjunto el conocimiento y que se una la clínica y las Neurociencias para generar resultados realmente sobresalientes. Si lo seguimos haciendo por caminos separados, los resultados no serán los mismos y llevarán muchísimo más tiempo.
Neurociencias del comportamiento en revistas latinoamericanas de psicología
Annicchiarico, Iván, Gutiérrez Germán; Universidad Nacional de Colombia Pérez-Acosta Andrés M. Universidad del Rosario, Colombia.
Tomado de http://www.scielo.org.co/pdf/apl/v31n1/v31n1a02.pdf el 24/05/2017
Revista Costarricense De Psicología, Neurociencias y Psicología en Costa Rica: Programa de Investigación en Neurociencias ISSN 0257-1439, Ene-dic 2012, Vol. 31, N. os 1-2, p. 147-164
El tema de los fármacos es uno de esos puntos en los que una buena relación a nivel básico y aplicado de las neurociencias y la clínica, podría dar un mejor prospecto a los pacientes
EliminarAlejandro Peláez G.
ResponderEliminarLa Psicología nos ha enseñado que debemos abordar al individuo como un ser bio-psico- social y considero que así lo entendemos la mayoría, sin embargo, pienso que hasta hace muy poco tiempo, al componente biológico no se le daba la importancia ni la relevancia que requiere. A priori uno podría decir fácilmente y hasta con cierta convicción que las neurociencias son realmente fundamentales en el entender y atender los problemas de comportamiento de las personas, sin embargo, y más por un tema de formación, de conocimiento o de investigación, se hace a un lado este apartado en el estudio de la conducta humana.
Vemos como en su corto recorrido, las neurociencias del comportamiento, se cruzan en los caminos de diferentes ciencias, tales como la Psicología (Leahey, 1998).
Las neurociencias se deben abordar como un conjunto de ciencias que van más allá del funcionamiento del sistema nervioso; éstas, buscan explicar la conducta en relación con la actividad cerebral (Kandel, Schwartz & Jessell, 2001; Maureira, 2010). Por tanto, las neurociencias trabajan en el desarrollo de investigaciones que incluyen desde niveles moleculares y genéticos hasta niveles sistémicos y su interacción con factores ambientales y sociales.
La Neurociencia moderna representa una fusión de la Biología molecular, Neurofisiología, Anatomía, Embriología, Biología celular y Psicología, entre otras (Kandel et al., 2001).
A pesar de la evidencia empírica de los grandes aportes de las Neurociencias en el abordaje del comportamiento humano, en la práctica, la Psicología clínica, hasta hace muy poco tiempo, no hacía uso de los grandes aportes que tiene esta ciencia en el estudio de la conducta humana.
La dinámica ha empezado a cambiar, es por eso que hoy vemos equipos interdisciplinarios compartiendo y sobre todo construyendo conocimiento que redunda en el mejor entendimiento del comportamiento de las personas.
Respecto a la perspectiva entre Neurociencias y Psicología clínica, estoy convencido que, en el mediano plazo, la segunda no será posible o por lo menos no será funcional sin la primera. Vemos como los canales fisiológicos a través de los cuales viajan los estímulos y se anidan en las estructuras del cerebro, nos han permitido entender de una mejor manera los efectos de los mismos en la conducta. También de manera explicativa, hemos vistos como diferentes “estímulos” al cerebro tales como, EMT o la TEC, tienen un efecto muy importante en el tratamiento de conductas desadaptativas, hemos evidenciado de igual manera como la farmacología puede “alterar” o regular procesos bioquímicos en el cerebro del individuo.
Dado lo anterior, considero que cada vez, las Neurociencias serán un factor preponderante en el estudio y tratamiento de la conducta humana, pero es necesario que se sigan fortaleciendo los conocimientos, los equipos interdisciplinarios, que se construya en conjunto el conocimiento y que se una la clínica y las Neurociencias para generar resultados realmente sobresalientes. Si lo seguimos haciendo por caminos separados, los resultados no serán los mismos y llevarán muchísimo más tiempo.
Neurociencias del comportamiento en revistas latinoamericanas de psicología
Annicchiarico, Iván, Gutiérrez Germán; Universidad Nacional de Colombia Pérez-Acosta Andrés M. Universidad del Rosario, Colombia.
Tomado de http://www.scielo.org.co/pdf/apl/v31n1/v31n1a02.pdf el 24/05/2017
Revista Costarricense De Psicología, Neurociencias y Psicología en Costa Rica: Programa de Investigación en Neurociencias ISSN 0257-1439, Ene-dic 2012, Vol. 31, N. os 1-2, p. 147-164
Kandel (2006) insiste en la relación bidireccional que existe a nivel neuronal y a nivel conductual, si bien la Aplysia se vale de un complejo entramado de mecanismos neuronales que permiten una potenciación a largo plazo, y por tanto, la generación de respuestas novedosas mediante el aprendizaje. Considero que el trabajo de Erick Kandel permite demostrar que desde afuera se pueden generar cambios en los procesos neuronales; por tanto, la intervención psicológica no será remplazada porque sus mecanismos de cambio igual van a generar modificaciones neuronales. Probablemente algunas terapias del orden de la neuromodulación generen cambios más rápidos, pero igual van a existir restricciones a su acceso tanto en términos económicos como patológicos.
EliminarKandel, E. (2006) Psiquiatría, psicoanálisis y la nueva biología de la mente. Buenos Aires: Grupo Ars XXI de Comunicación
Alajandro, crees que en Colombia estamos haciendo lo necesario para ir por ese camino? cómo lo ves desde tus colegas? y la maestría?
EliminarGracias Liliana por tu comentario, creo que podrías arrancar diciendo a qué de lo que dice Alejandro quieres responder puntualmente.
EliminarALBA LILIANA SALAMANCA CABRERA; 927162023
ResponderEliminarAntes de poder analizar el valor de la neurociencia para la psicología clínica, es menester hacer referencia a que el objeto de estudio de la psicología es la conducta o la interconducta, y no la biología del sistema cerebral, confusiones en ese aspecto pueden generar una simplificación de los fenómenos analizados y una tautología (Ribes y López, 1985; Ribes, 1990). Una vez aclarado el aspecto de los límites de las áreas de estudio se puede indicar que la neurociencia le es vital a la psicología clínica en tres aspectos: (a) aclarar los límites de la competencia del psicólogo clínico, (b) establecer un parámetro fisiológico para poder entender la competencia de las intervenciones clínicas con las intervenciones farmacológicas; y (c) hacer psicoeducación a los pacientes.
Cuando se habla de aclarar los límites de la competencia del psicólogo clínico se hace referencia a poder establecer un diagnóstico diferencial o entender como poder llegar a este tipo de diagnósticos; por ejemplo sea descrito una alta frecuencia de trastornos depresivos en pacientes con epilepsia, donde el clínico debe entender como prioritario la regulación del estado de sueño, dado que la ausencia de un ciclo adecuado de sueño genera aumento de las crisis (Krauskopf y De La Barra, 2013). A su vez, permite distinguir la clínica de algunos trastornos como la parálisis del sueño, a los cuales seria infructuoso intervenirlos sin una mirada interdisciplinar (Sánchez, 2008); o las formas alternativas de tratamiento cuando hay una resistencia a la intervención psicológica y farmacológica (Yampolsky y Bendersky, 2014).
Siempre se va a hablar de una competencia entre la psicofarmacología y la terapia psicológica, la neurociencia establece métodos y permite poder establecer cuál de ellas tiene mejor eficacia en que trastorno particular. Por ejemplo, La terapia cognitivo conductual ha mostrado eficacia en el alivio de la depresión en un nivel similar al tratamiento farmacológico (DeRubeis, et al., 2005); a su vez la terapia cognitivo conductual con prevención de respuesta tuvo una eficacia significativamente mejor en el alivio de los síntomas de pacientes con trastorno obsesivo compulsivo, al compararla con risperidona (Simpson, et al., 2013). Finalmente la neurociencia permite afianzar la confianza del paciente en el clínico, cuando este puede explicarle de manera clara el porqué de algunos síntomas con base en la neurobiología, por ejemplo la relación entre el estrés y la perdida de la función inmunológica o la memoria (Butcher, ., Mineka, y Hooley, 2007).
Por tanto la neurociencia permite que el psicólogo clínico pueda trabajar de manera multidisciplinar, saber los límites de su competencia, conocer en qué casos es mejor apoyarse en otros profesionales de la salud, en qué casos es necesario que se realicen paraclínicos y que estos sean analizados por alguien experto, etc.
Referencias
Butcher, J., Mineka, S. y Hooley, J. (2007). Psicología clínica. Madrid: Pearson
DeRubeis, R., Hollon, S., Amsterdam, J., Shelton, R., Young, P., Salomon, R., O’Reardon, J., Lovett, M., Madeline, G., Brown, L. y Gallop, R. (2005). Cognitive therapy vs medications in the treatment of moderate to severe depression. Archives of General Psychiatry, 62 (4). pp 409-416. doi:10.1001/archpsyc.62.4.409
Krauskopf, V. y De La Barra, F. (2013). Trastornos psiquiátricos en los pacientes con epilepsia. Revista médica clínica Las Condes, 24 (6), pp 979-985.
Ribes, E. (1990). Psicología general. Mexico D.F: Trillas.
Ribes, E., y López, F. (1985). Teoría de la conducta un análisis de campo y paramétrico Mexico, D.F: Trillas.
Sánchez, R. (2008).Trastornos del sueño en la niñez. Protocolos Diagnóstico Terapeúticos. Asoc Esp Ped 34 (1), pp 255-261.
Simpson, H., Foa, B., Liebowitz, M., Huppert, J., Cahill, S., Maher, M., McLean, C., Bender, J. , Marcus, S., Williams, M., Weaver, J., Vermes, D., Van Meter, P., Rodriguez, C., Powers, M., Pinto, A., Imms, P., Hahn, C. y Campeas, R. (2013). Cognitive-behavioral therapy vs risperidone for
crees que esa relación va a cambiar en el futuro? o se mantendrá como la propones?
EliminarAlejandra Rodríguez Dávila - Código: 911162001
ResponderEliminarConsidero que en la actualidad se presenta una situación, que no sólo con las neurociencias o la psicología, y es que al intentar dar una explicación a un fenómenos de maneras diferente, siento que a veces se comienza a sentir una competencia en cuanto a que cada persona defiende su punto de vista o intenta ponerlo sobre el punto de vista de los demás, y esto ha llevado a dejar en un segundo plano que todos estamos estudiando el mismo fenómeno y podríamos aprender de las diversas formar de verlo. Con respecto a esto, Tirapu-Ustárroz y Muñoz-Céspedes (2004) indican que, uno de los aspectos que afecta el desarrollo de la relación entre neurociencias y psicología, hace referencia a que si queremos estudiar o investigar aspectos de la conducta humana se deberían abordar diversas perspectivas sobre el mismo fenómeno, y que de esta manera se podría acercar al fenómeno de manera más objetiva y real. Es así como considero que la relación e integración entre la psicología y las neurociencias es necesaria para poder estudiar el comportamiento humano. Kandel (1998) indica que las neurociencias aportan los siguientes aspectos para estudiar la psicopatología: 1. Todos los trastornos mentales tienen un componente cerebral y surgen de una alteración de la función cerebral, en cuanto a que en el cerebro se evidencian funciones y conexiones neuronales que afectan la conducta directamente; 2. Un trastorno mental se explica por un conjunto de características neuronales, de ambiente y de experiencia; 3. Una terapia es eficaz en cuanto a que se produzcan cambios en la conducta y cambios en el cerebro.
Aún así, es hasta la última década que estas afirmaciones han comenzado a desarrollarse. En efecto, se observa que ha habido un acercamiento entre las neurociencias y la psicología, y entre los aportes que se han desarrollado, y que fueron temas que pudimos estudiar durante todo el curso, se encuentran los sustratos cerebrales de los trastornos mentales, las diversas técnicas de neuroimagen y pruebas neuropsicológicas y diversos tratamientos que tienen una alta efectividad sobre algunos trastornos mentales (como la terapia electrocompulsiva, el neurofeedback, la estimulación magnética transcraneana, entre otros). Con respecto a esto, Muñoz-Cespedes y Tirapu-Ustárroz (2001) indican que algunos de los aportes desde las neurociencias a la psicología están relacionados con describir trastornos mentales en términos de funcionamiento cognitivo, definir perfiles clínicos desde sus alteraciones cerebrales, clarificar diagnósticos, establecer programas y tratamientos para diversos trastornos mentales, predicción del curso de las enfermedades mentales y evaluar la efectividad de tratamientos psicológicos basados en el cambio cerebral.
Es así, como la respuesta de la pregunta ¿Qué tanto usamos ese conocimiento en los campos aplicados de la psicología? se relaciona con que en la actualidad ha aumentado la utilización de las neurociencias, pero creo que todavía tenemos que integrarla mucho más con la psicología y lograr un trabajo equitativo y de integración con esta, sobre el comportamiento humano.
Referencias
- Tirapu-Ustárroz J y Muñoz-Céspedes J.M. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicología. 8 (1), 1-14.
- Kandell E.R.(1998). A new intelectual framework for psychiatry. American Journal of Psychiatry. 457-469.
- Muñoz-Cespedes JM, Tirapu-Ustarroz FJ (2001). Rehabilitación Neuropsicológica. Madrid. Síntesis.
cómo se podrían integrar más, como dices? y lo de las perspectivas?
EliminarMoisés Bocanegra García
ResponderEliminarLas Neurociencias en la Psicología Clínica
Ante la pregunta del autor de ¿Qué tanto usamos el conocimiento de las neurociencias en los campos aplicados de la psicología? En este sentido Gamo, (2012) refiere que, la neuropsicología es una disciplina que requiere de una adecuada coordinación con diferentes especialidades médicas - (Neurología, Psiquiatría, Neuropediatria, Neurocirugía, Pediatría, etc.), psicológicas - (Psicología clínica, psicología infantil). De tal forma que, en mi opinión, toda esta interacción de disciplinas y saberes debe dirigirse en la implementación de estrategias que contribuyan en el bienestar y la salud mental del ser humano. Es por eso que, la neurociencia educacional – campo científico emergente –, reúne la biología, la ciencia cognitiva (psicología cognitiva, neurociencia cognitiva), la ciencia del desarrollo (y neurodesarrollo) y la educación, en aras de investigar las bases biológicas de los procesos de aprendizaje (Campos, 2014). Estas afirmaciones nos llevan a observar la utilidad del avance y los hallazgos de las investigaciones en el área de las neurociencias, aplicados a procesos tan importantes como el aprendizaje, lo que contribuye a desarrollar mejores o tal vez más funcionales formas de enseñanza, lo que deriva en pautas más adaptativas en el desarrollo humano con respecto a los cambios sociales y ambientales. Así Campos, (2014) menciona que, las diferentes investigaciones realizadas año tras año vienen revelando conocimientos más confiables sobre las funciones cerebrales complejas, las cuales son estimuladas, fortalecidas y evaluadas día tras día en los centros educativos. De forma que, los conocimientos básicos y útiles para otras disciplinas, es un conocimiento cada vez más riguroso de cómo evolucionan las funciones cognitivas en el cerebro y sobre la neuroanatomía del desarrollo, lo que permite conocer las etapas evolutivas del cerebro (Gamo, 2012).
En consecuencia, es posible concluir que para el adecuado tratamiento de psicopatologías e incluso trastornos afectivos y emocionales, en los que la historia de aprendizaje tiene gran incidencia, es preciso evaluar la posibilidad de trabajar en la elaboración de pautas que contribuyan en la creación de procesos de aprendizaje más adecuados y adaptativos que conduzcan al cuidado de la salud mental. Por tal razón, es fundamental estimar y valorar los componentes biológicos que influyen en el comportamiento, así como el componente social que es también estructural en la construcción del individuo; de tal forma que negar las dimensiones del ser humano con respecto a ser bio-psico-social, resulta un desconocimiento de la capacidad del ser humano de autodefinirse y autodeterminarse, capacidades que lo han llevado a alcanzar los estadios evolutivos logrados.
Referencias.
Campos, A. L. (2014). La Neuroeducación: descartando neuromitos y construyendo principios sólidos. Centro Iberoamericano de Neurociencias, Educación y Desarrollo Humano. Recuperado en: http://www.cerebrum.la/congresomundial/papers/contenido/Anna%20Lucia/Neuroeducacion-ALC.pdf
Gamo, J. R. (2012). La neuropsicología aplicada a las ciencias de la educación: Una propuesta que tiene como objetivo acercar al diálogo pedagogía/didáctica, el conocimiento de las neurociencias y la incorporación de las tecnologías como herramientas didácticas válidas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. J. Navarro, M. ª T. Fernández, FJ Soto, y F. Tortosa (coords.), Respuestas flexibles en contextos educativos diversos. Murcia: Consejería de Educación, Formación y Empleo. Recuperado en: http://diversidad.murciaeduca.es/publicaciones/dea2012/docs/jrgamo.pdf
Considero que de la primera frase no se deriva lo que sigue y no se por que escoges a la Neuropsicología, puntualmente. Hablas de todo un poco, pero no veo una idea clara.
EliminarLuis Felipe Estupiñan Lovera cod. 902131079
ResponderEliminarNeurociencias y Psicología
Como estudiante de psicología aun en pregrado, no he tenido la oportunidad de estar en contacto directo con alguno de los trastornos graves que vimos en clase (TOC, esquizofrenia, depresión mayor etc), y desde mi poca experiencia en el área clínica, es poco y nada lo que he logrado evidenciar del uso de conocimientos sobre neurociencias en los diferentes campos aplicados de la psicología; ya sea desde la neurofarmacología para el tratamiento de estos trastornos anteriormente mencionados, o desde las diferentes técnicas de evaluación en neurociencias para identificar irregularidades a nivel del sistema nervioso, neurotransmisores, hormonas etc. Sin embargo según Álvarez, Trápaga y Morales (2013), desarrollar puentes entre las disciplinas, lograr un diálogo productivo y de respeto profesional entre los numerosos integrantes de un equipo de salud resulta un paso decisivo para alcanzar una mejor comprensión de los procesos salud-enfermedad.
Así mismo, según Maureira (2010), citando a Salas (2003) “La Neurociencia no sólo no debe ser considerada como una disciplina sino que es el conjunto de ciencias cuyo sujeto de investigación es el sistema nervioso con particular interés en cómo la actividad del cerebro se relaciona con la conducta y el aprendizaje”. De este modo, todo proceso cognitivo es un proceso material, que resulta como un conjunto de funciones sostenidas por estructuras neuronales Maureira (2010); es por eso que considero importante el estudio de las neurociencias dentro de la psicología pero no estoy de acuerdo con el uso de medicamentos para tratar de controlar el comportamiento de las personas, a menos que sea estrictamente necesario y la prescripción se haga mediante una rigurosa evaluación de la problemática con tal de no caer en malos diagnósticos, y en lugar de ayudar, hacer un mal mayor al consultante.
Referencias
Álvarez, M., Trápaga, M., & Morales, C. (2013). Principios de Neurociencias para Psicólogos. Revista electrónica de la facultad de Psicología-UBA, 1-42, pag. 24. Recuperado de ntersecciones.psi.uba.ar/revista_ed_n_8.pdf#page=24
Maureira, F. (2010). La neurociencia cognitiva ¿una ciencia base para la psicología? Revista GUP, 449-453. Recuperado de http://www.revistagpu.cl/2010/diciembre/GPU%202010-4%20(PDF)/TEO%20La%20neurociencia%20cognitiva.pdf
Su respuesta pudo haber tenido un mejor desarrollo
EliminarQué tiene que ver la definición de las neurociencias con usar o no medicamentos?
Luisa Fernanda Salazar
ResponderEliminarConsidero que las neurociencias hacen parte fundamental de la psicología clínica, ya que permiten explicar los trastornos mentales en general y los síntomas en particular, en función de alteraciones estructurales o funcionales en la actividad cerebral (Tirapu-Ustárroz J. Muñoz-Céspedes J.M.2004).
Pienso que es necesario conocer el origen neurológico de las enfermedades y los trastornos, para así poder hacer uso no solo de la psicoterapia sino también de otro tipo de tratamientos, teniendo en cuenta a cada uno de los sujetos como un caso único que requiere una explicación independiente, es decir, cada uno de ellos representaría un test independiente de la teoría cognitiva (Ellis,Young,1992).
Las neurociencias y la psicología clínica no solamente son importantes en las explicaciones teóricas, sino que se integran de forma que la explicación psicológica no es suficiente en un diagnóstico sino que debe surgir una explicación a nivel de funcionamiento cerebral. Por tanto se dice que, “La acción del encéfalo subyace a toda conducta, no sólo a las conductas motoras relativamente sencillas, tales como andar y comer, sino a todos los actos cognitivos complejos que asociamos con la conducta específicamente humana, tales como pensar, hablar y crear obras de arte. Conforme a este punto de vista, los trastornos del comportamiento que caracterizan a la enfermedad mental son alteraciones de la función cerebral” (Kandel et al., 1997. p. 5)”. Citado por Maureira F. (2010).
La neurociencia ha mostrado grandes avances en la comprensión de fenómenos mentales, entendiendo estos como actividades neuronales, de esta forma aporta a la psicología clínica, es por esto que la neurociencia y la psicología pueden representar un avance importante y significativo en la forma cómo se enfrenta el problema de la patología mental. (Maureira, 2010. p. 452).
En conclusión se puede decir que la neurociencia es la base para la psicología clínica, ya que de ahí parte la explicación científica a los procesos cognitivos, las diferentes problemáticas, trastornos y enfermedades, estos parten del funcionamiento cerebral y la afectación del mismo en las diferentes áreas.
Referencias
Tirapu-Ustárroz J y Muñoz-Céspedes J.M. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicología 8 (1), 1-14. Recuperado de http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/75
Maureira F. (2010). Psiquiatria Universitaria. La neurociencia cognitiva ¿una ciencia base para la psicología? Escuela de Psicología. Universidad de Santiago de Chile. 449 - 453. Recuperado de http://revistagpu.cl/2010/diciembre/GPU%202010-4%20(PDF)/TEO%20La%20neurociencia%20cognitiva.pdf
Tu llevas a cabo eso en tu práctica clínica? cómo tratas de hacerlo?
EliminarMuy poco desarrollo de las preguntas, lo de las perspectivas?
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ResponderEliminarJohana Carolina Cañas Montaña, 911162017
ResponderEliminarCon respecto a la relación entre psicología clínica y neurociencias opino que actualmente es casi nula, lo cual debería ser un punto importante a evaluar en cómo estamos llevando a cabo nuestra profesión puesto que desde mi punto de vista son dos áreas de conocimiento que deberían ir entrelazadas en el ámbito aplicado, desde mi experiencia, esta relación es bastante importante, actualmente trabajo con niños diagnosticados con trastorno del espectro autista, que así como lo menciona Tirapu-Ustárroz y Muñoz-Céspedes (2004). en el autismo se han descrito algunas alteraciones en componentes del funcionamiento cerebral. No obstante aunque se conoce la relación en este campo entre neurociencias y psicología aplicada es muy poca la información acerca de las neurociencias que se vincula a la práctica diaria en este trabajo.
Una posible opción como lo plantea Tirapu-Ustárroz y Muñoz-Céspedes (2004) la relación entre neuropsicología y psicología clínica podría darse mediante tres aspectos, el primer aspecto hace referencia a conocer y por lo tanto proponer explicaciones de los trastornos mentales y/o los síntomas asociados partiendo de un enfoque estructural o funcional en la actividad cerebral; en segundo lugar los autores proponen que en el desarrollo de la psicología clínica adopte terminología de las neurociencias y no reduzca las opciones de discurso a las conclusiones que se derivan únicamente de las teoría psicológicas; por último plantean la posibilidad de incluir una explicación de las técnicas psicoterapéuticas y/o psicofarmacológicas, por medio de un modelo del funcionamiento cerebral.
En mi opinión las neurociencias no deberían ser utilizadas únicamente como una técnica de medición de efectividad de terapias psicológicas realizadas, si no tener la posibilidad de que la relación incluya terapias planteadas desde las neurociencias enfocadas a problemáticas comportamentales, aunque estas intervenciones existen es muy poca la información que se tiene de su procedimiento y efectividad por parte de los psicólogos clínicos, lo cual nos afecta enormemente ya que el tener un mayor conocimiento de este tipo de técnicas de intervención permitiría atender las problemáticas evaluando el costo y beneficio que tendrían para la persona que está buscando una atención psicológica. Finalmente considero que se debería tener también en cuenta las neurociencias en el proceso de evaluación, ya que tal como lo menciona Tirapu (2007), el objetivo de la evaluación neuropsicológica se dirige a identificar las necesidades de tratamiento de las personas afectadas por alteraciones en las funciones cerebrales superiores, lo cual aportaría en gran medida a nuestro quehacer profesional.
Referencias:
- Tirapu-Ustárroz J y Muñoz-Céspedes J.M. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicología. 8 (1), 1-14.
Tirapu Ustárroz, J. (2007). La evaluación neuropsicológica. Psychosocial Intervention, 16(2), 189-211.
perspectivas?
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ResponderEliminarFeyssal Mahady Diaz - 911162016
ResponderEliminarLas neurociencias y la psicología son áreas interdisciplinares que se complementan, sin embargo, desde alguna perspectiva todas las áreas de la ciencia son complementarias entre sí. Los conocimientos científicos son un continuo que el ser humano divide en fracciones (en ocasiones mal delimitadas ) por conveniencias pedagógicas generando distintos niveles de especialización del conocimiento. En un primer nivel se hace una categorización y agrupación del conocimiento en lo que podríamos llamar “carreras universitarias”, luego mediante postgrados que apuntan hacia el desarrollo de habilidades y conocimientos aún más específicos volviendo a atomizar el conocimiento, sin embargo, el alcanzar este nivel de especialización del conocimiento deja en evidencia algo paradójico y es que para ser especialista en una materia muy específica, es necesario salirse de los límites de esa materia. Es distinto el marco teórico de un psicólogo social al de un neuropsicólogo , sin embargo, en ambos casos tuvieron que recurrir a conocimientos complementarios de otras ciencias excediendo las fronteras dela psicología, esto se debe a un posible desarrollo deductivo de la ciencia, el cual al fragmentar el conocimiento deja en evidencia sus propias desventajas, cayendo en explicaciones reduccionistas, en cambio de optar por un modelo inductivo que permita hacer análisis más globales de los fenómenos (Estanny, 2013).
Las neurociencias estudian la experiencia humana y los mecanismos que subyacen a esta, en este sentido se ha desarrollado tanto desde el enfoque técnico-científico como desde el enfoque filosófico. Cabe anotar que si existe una ciencia con los alcances explicativos de las neurociencias, su filosofía será igualmente amplia y extensa lo cual permitirá sustentar una ciencia que integre distintas áreas en el desarrollo de tecnologías integrales, un ejemplo claro de esto es la “Neurociencia social” la cual permite estudiar fenómenos como la percepción social y la autoconciencia integrando niveles de explicación basados en bases neurobiológicas así como componentes de la cognición social (Grande-García, 2009).
Si se tiene en cuenta la importancia de los avances tecnológicos de las neurociencias en cuestión de instrumentos de evaluación, será evidente que hace un aporte inmenso a la psicología en un campo en el que antes se andaba a ciegas, las imágenes diagnósticas y técnicas químicas que permiten evaluar el funcionamiento cerebral, estos avances ofrecen evidencia de los cambios neuronales de la terapia psicológica y por lo tanto su efectividad, en este sentido es una integración necesaria pues permite un acercamiento al fenómeno de manera integral (Vásquez, Gómez & Gonzales-Blash, 2010).
REFERENCIAS
Estanny, A. (2013).La filosofía en el marco de las neurociencias. Revista de Neurología, 56 (6),344-348.
Grande-García, I. (2009). Neurociencia social: El maridaje entre la psicología social y las neurociencias cognitivas. Revisión e introducción a una nueva disciplina. Anales de psicología, 25(1),1-20.
Vásquez, S., Gómez, S., & Gonzales-Blash, C. (2010). Efectos en el cerebro de los tratamientos psicológicos eficaces en los trastornos de ansiedad: una revisión sistemática. Actas españolas de Psiquiatría ,38(4):239-248.
Creo que haces una MUY buena introducción para un desarrollo tan limitado de la respuesta a las preguntas.
EliminarMiguel Ángel Lesmes Rodríguez
ResponderEliminar911162014
Desde los primeros indicios de la Psicología científica, el estudio de lo biológico ha estado vigente, pues parece tarea difícil, refutar, al menos desde un enfoque empírico-analítico, que lo psicológico sucede en organismos vivos exclusivamente. El estudio científico del comportamiento tuvo sus inicios a partir de las investigaciones en el área de la Psicofísica, en donde se pretendía estudiar la relación entre la magnitud de los estímulos y la experiencia sensorial en la persona; estos estudios luego evolucionaron a la fisiología psicológica, en donde se estudiaba la relación entre lo denominado psicológico y su correlato biológico; aquí ya no era necesario entender la experiencia subjetiva de la persona dada la magnitud de los estímulos que se le presentaban, sino que parecía más importante estudiar la morfología y el funcionamiento de las estructuras relacionadas con la actividad psicológica que permitían la interacción con el medio; desde la fisiología psicológica se funda un interés por el estudio del sistema nervioso y el cerebro.
Los desarrollos en el campo de la psicofisiológica llevan a centrar sus intereses en el estudio de farmacología y conducta en donde se encuentran nuevas formas de abordar el abuso de sustancias y las adicciones.
Por otro lado, la especialización en el estudio del cerebro, dio apertura a líneas de investigación tales como lenguaje y funcionamiento del cerebro, neuro-desarrollo, desarrollo evolutivo en donde se identificaron las estructuras anatómicas y vías nerviosas y neuroquímicas responsables de la actividad verbal/relacional/emocional del organismo. Estas investigaciones permitieron evaluar los efectos del funcionamiento neuronal sobre el despliegue comportamental en el medio y se exploraron campos como la rehabilitación neuropsicológica y la estimulación neuronal.
Al parecer las alianzas han resultado fructíferas para las dos áreas, si bien históricamente ambos campos se han logrado articular, la especialización de las mismas ha ocasionado un distanciamiento y una disputa respecto a quién soluciona mejor los problemas psicológicos de las personas. Hay una sensación en el día a día del profesional de que el neurocientífico desvalora los conocimientos del psicólogo, porque no parecen especializados y rigurosos a la luz de lo que se considera científico; por otro lado, hay una terquedad del psicólogo al asumir que sus vastos conocimientos acerca de la experiencia humana son suficientes para generar cambios y resolver los problemas que atañen a las personas. Será entonces necesario crear otra especialidad para que quepamos todos; la neurocientificopsicología o el estudio científico eventos psicológicos y su relación con la actividad neurobiológica del organismo. ¡Creo que eso ya existe, y nos estamos haciendo los locos!
Referencia:
Thompson, T. (2013). Translational Applied Behavior Analysis and Neuroscience. En: APA Handbook of Behavior Analysis, Vol. 2, Gegory M. (Ed.) EEUU: APA Handbooks in Psychology Series and APA Reference Books Collection.
Isamar Rojas
EliminarEstoy de acuerdo con Miguel en cuanto a que desde los inicios de la psicología se ha abordado de alguna forma el tema de las bases biológicas del comportamiento y esto ha resultado en el avance de las dos áreas que actualmente se articulan pero de manera separada (neurociencias vs psicología). Considero que es innegable, tal como lo han mencionado todos mis compañeros, reconocer la importante relación que existe entre las neurociencias y la psicología clínica aplicada, sin embargo, respondiendo a la pregunta de ¿qué tanto usamos ese conocimiento? creo que también todos estaríamos de acuerdo en decir que muy poco, a excepción de ciertas áreas como el trabajo con población psiquiátrica o con problemática relacionadas con el desarrollo. Sin embargo, considero que esto es algo entendible y aceptable dado que ambas disciplinas se han especializado en ciertos aspectos particulares o ciertas formas particulares de abordar el fenómeno (y esto no me parece malo). Sin embargo, pienso que el punto importante radica en que como psicólogos clínicos no podemos desconocer los avances de las neurociencias y debemos comenzar a incorporarlo mucho más en nuestros procesos clínicos, especialmente en el proceso de evaluación de los casos, siendo capaces, por ejemplo, de reconocer cuando la problemática del consultante está mediada en gran medida por un desajuste neurobiológico, o de entender los efectos de los medicamentos que podrían estar tomando los consultantes; teniendo en cuenta todos estos factores a la hora de darle una comprensión global al caso. Por lo tanto, creo que lo importante es lograr una mayor integración de ambas áreas, sin dejar de reconocer las fortalezas y las limitaciones de cada una que por separado se ha especializado en aspectos particulares.
Miguel: creo que habría sido interesante tener un mayor desarrollo de esto " hay una terquedad del psicólogo al asumir que sus vastos conocimientos acerca de la experiencia humana son suficientes para generar cambios y resolver los problemas que atañen a las personas. Será entonces necesario crear otra especialidad para que quepamos todos; la neurocientificopsicología o el estudio científico eventos psicológicos y su relación con la actividad neurobiológica del organismo. ¡Creo que eso ya existe, y nos estamos haciendo los locos!"
EliminarSergio Alejandro Sandoval Ramírez
ResponderEliminar911162021
A lo largo de mi formación profesional he desarrollado un gran interés por las neurociencias y de la misma manera admiración por los profesionales que trabajan con ésta, debido a que manejar el órgano primordial de un ser, demanda diversos tipos de capacidades aparte de las vocacionales.
Desde mi postura considero que la psicología clínica y las neurociencias se encuentran totalmente relacionadas, aunque a lo largo de mi vida he visto diversas disputas entre profesionales por tratar de sustentar cuál es mejor o da una mejor explicación a los fenómenos mentales. Por mi parte considero que una puede ser complementaria a la otra sin ningún tipo de problema, puesto que cada una cuenta con evidencia para mejorar la calidad de vida de los sujetos al abordar los diferentes trastornos que pueden presentar éstos. Por abordar un ejemplo de manera efímera podemos hablar de enfermedades neurodegenerativas como el alzheimer, parkinson, afasias o apraxias que tienen una muy buena respuesta y tratamiento por parte de las neurociencias (Carreres, Falguera y Figuera, 2004; Gatto, 2002) debido a que son tratornos causados por un desajuste netamente biológico, pero junto a esta intervención se puede llevar un acompañamiento psicológico para que dentro de estos trastornos o enfermedades mencionadas anteriormente haya una adherencia al tratamiento y también una asimilación de la enfermedad, y por ende la persona pueda mantener o aumentar su calidad de vida sin descartar que existen investigaciones que comprueban la efectividad de psicoterapia para trastornos como la demencia (Villamizar, 2007). Pero este acompañamiento también lo pueden hacer las neurociencias, debido a que la psicoterapia ha mostrado evidencia empírica de que es efectiva en trastornos del estado de ánimo o afectivos, ansiedad, o trastornos como el TOC, siendo un tipo de terapia que es cero invasiva (Hernández, 2007; Orgiles, Méndez, Alcázar y Inglés, 2003; Caballo, 2007). Sin embargo, las neurociencias pueden estar allí involucradas, para intervenir sobre estos trastornos en dado caso que el sujeto no presente mejoría y se deba intervenir con un TEC u otras técnicas que son efectivas en dichos trastornos.
Para concluir, considero que la investigación y los descubrimientos científicos son para buscar siempre la mejoría de un sujeto, ya sea desde el área que sea o desde el enfoque que sea, si pueden contribuir a que la persona pueda presentar un mayor efecto en la terapia y de esta manera el paciente pueda tener un mejor funcionamiento en sus actividades cotidianas pues es bienvenida.
Referencias
Caballo, V. (1998). Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos. Madrid: Siglo Veintiuno Editores.
Villamizar, M. (2007). La musicoterapia como tratamiento para la conservación de la memoria, el esquema corporal y las nociones espaciotemporales en pacientes con demencia tipo Alzheimer (Doctoral dissertation, Universidad Nacional de Colombia).
Silva, M., & ESCOBAR, M. (2010). TRATAMIENTO COGNITIVO CONDUCTUAL DE LA DEPRESIÓN, UN ANÁLISIS DE CASO. Universidad Autonoma del Estado de Mexico, Atlacomulco, Mexico.
Amorós, M., Carrillo, F., & Alcázar, A. (2003). La terapia cognitivo-conductual en problemas de ansiedad generalizada y ansiedad por separación: Un análisis de su eficacia. Anales de psicología, 19(2), 193.
Carreres, M., Falguera, N. & Figuera, R. (2004). Enfermedades neurodegenerativas. Rehabilitación, 38(6), 318-324.
GATTO, E. (2002). Enfermedad de Huntington: tratamiento. Revista de Neuro-Psiquiatría, 65, 202-216.
es una conclusión bastante general y no creo que todos los descubrimientos tengan fines positivos ni que la psicoterapia sea cero invasiva, pero es un postura interesante
EliminarDiana P. Arteaga N.
ResponderEliminarEl sistema nervioso, objeto de estudio de las neurociencias, es el gran coordinador de todas las funciones del organismo, incluyendo el pensamiento, el lenguaje y la conducta. Por tanto, la comprensión de la conducta en su totalidad, es el resultado final de la integración de los procesos internos y el ambiente, foco central de interés de la psicología, lo anterior solamente podrá alcanzarse si se integran los conocimientos de todos los niveles de organización que intervienen en su generación y si se establece un campo en cual logren coincidir la neurobiología y la psicología (Corsi y Cabrera, 2004).
La necesidad de que el psicólogo cuente con una formación en neurociencias se ha visto agudizada no solo por los importantes avances que esta disciplina ha tenido en las últimas décadas, sino también porque se han evidenciado las limitaciones que presenta la psicología frente al carácter fisiológico de algunos trastornos afectivos y de conducta (González, Ortega, y Morales, 2013),
En la práctica, la integración del conocimiento en neurociencias aplicado a la psicología, le permite al clínico efectuar una evaluación cuantitativa de los procesos de rehabilitación integral, en el caso de lesiones cerebrales y trastornos en el neurodesarrollo infantil, que requieran rehabilitación cognitiva, incluyendo las intervenciones a la familia y su reinserción social con buena calidad de vida (Brust-Carmona, Galicia, Ávalos, Falcón, & Yáñez, 2013). Entonces, ¿Qué sentido tiene que estas dos disciplinas científicas marchen separadas si el objetivo que persiguen es el mismo: la comprensión y explicación del sistema cerebro/conducta? (Ruìz-Vargas, 1999).
REFERENCIAS
Brust-Carmona, H., Galicia, M., Ávalos, F., Falcón, B., & Yáñez, O. (2013). Las neurociencias en el diagnóstico y en la evaluación de la rehabilitación integral de secuelas de lesiones cerebrales en el INR. Investigación en Discapacidad, 2(1), 28-37. Recuperado de: http://www.medigraphic.com/pdfs/invdis/ir-2013/ir131e.pdf
Corsi, M., & Cabrera, M. C. (2004). Aproximaciones de las neurociencias a la conducta. México: Manual Moderno.
González, M., Ortega, M., y Morales, C. (2013). Principios de neurociencias para Psicólogos. INTERSECCIONES PSI REVISTA ELECTRÓNICA DE LA Facultad de Psicología-UBA, 3 (8), pp. 24.
Ruìz-Vargas, J. (1999). Psicología experimental versus neurociencia cognitiva: hacia una relación convergente. Escritos de psicología, (3), 13-19. Recuperado de: file:///C:/Users/diana/Downloads/Dialnet-PsicologiaExperimentalVersusNeurocienciaCognitiva-2876638.pdf
demasiado general
EliminarDe acuerdo a los comentarios que han hecho mis compañeros, me sumo a sus apreciaciones sobre la importancia de la unión entre las neurociencias y la psicología, por su forma de complementarse y por sus distintos aportes que hacen desde sus bases epistemológicas. Sin embargo, haciendo referencia a las preguntas puntuales que se hacen sobre el uso de los conocimientos de las neurociencias en el campo aplicado, debo señalar, que existen dos realidades, la primera es que, aunque se han hecho evidentes los cambios de pensums, literatura y demás investigaciones, aún hace falta dar a conocer esta importante unión. No podemos desprendernos del hecho que hoy en día son más las investigaciones psicológicas que tienen en cuenta las neurociencias, para dar precisamente una respuesta al comportamiento humano, investigaciones en los diversos campos de la psicología como en la deportiva, en la cual contribuye a identificar la mejor manera de trabajar con personas que le han amputado algún miembro de su cuerpo, esto a través de la plasticidad cerebral (Tamorri, S. 2000), en el campo educativo, campo en el cual ha logrado contribuir al proceso enseñanza-aprendizaje (López., C. 2007), en el estudio y entendimiento de las áreas básicas de la psicología, como el aprendizaje, la memoria, el lenguaje, las emociones, entre otras (Ortiz, A. 2010), así como en el campo de psicología clínica, quizá uno de los campos en donde más investigaciones con neurociencias se ha llevado a cabo, en temas como el desarrollo infantil, maduración del sistema nervioso, cambios específicos cerebrales, dominancia de los hemisferios cerebrales (Rosselli, M., Matute, E., Ardila, A. 2010), trastornos de depresión, ansiedad, (Martínez, A., Piqueras, J. 2010), estrés postraumático (Campos, G. Castro, N. López, C. 2003), entre otras muchas investigaciones, que hacen uso de las técnicas de la neurociencia, para poder observar y entender lo que sucede en el cerebro, sus áreas y estructuras, con el fin de poder ofrecer un mejor diagnóstico y por su puesto un mejor tratamiento, gracias a técnicas como la Terapia Electro Convulsiva (TEC), la Estimulación Magnética Transcraneal (EMT), la Estimulación Cerebral Profunda (ECP), Neurofeddback, entre otras, las cuales han tenido éxito en diversos tratamientos. Sin embargo, como psicólogos no podemos quedarnos en el respaldo de estas investigaciones, por el contrario, desde nosotros como psicólogos clínicos debe generarse una corresponsabilidad con respecto a los avances de la psicología, que se han dado desde la extirpación del lóbulo frontal, para disminuir la agresividad (Hernández, D., Zaloff, J., Rosler, R. s.f.) hasta el uso de ondas para la estimulación cerebral (Torres, C., Pastor, J., Navarrete, E., Sola, R. 2011).
ResponderEliminarREF.
Campos, G. Castro, N. López, C. (2003). Neurobiología y tratamiento del trastorno de estrés post-traumático. Medicina Legal de Costa Rica. 20 (2).
Hernández, D., Zaloff, J., Rosler, R. (s.f.). Historia de la psicocirugía. Lobotomía: el premio Nobel al oprobio. Universidad Abierta Interamericana. Buenos Aires (Argentina)
López, C. (2007). Contribuciones de la neurociencia al diagnóstico y tratamiento educativo de la dislexia del desarrollo. Revista de Neurología. 44 (3). 173-180.
Martínez, A., Piqueras, J. (2010). Eficacia de la terapia cognitivo conductual en trastornos afectivos y de ansiedad mediante neuroimagen funcional. Revista de Neurología. 50 (3). 167-178.
Ortiz, A. (2010). Neurociencia y educación. Aportaciones de la neurociencia a la mejora de la educación. XIV Congreso de UECOE. Cooperativas de Enseñanza. Murcia.
Rosselli, M., Matute, E., Ardila, A. (2010). Neuropsicología del desarrollo infantil. México. Editorial El Manual Moderno.
Tamorri, S., (2000). Neurociencias y deporte. Psicología deportiva, procesos mentales del atleta. Barcelona, España. Editorial Paidotribo.
Torres, C., Pastor, J., Navarrete, E., Sola, R. (2011). Estimulación cerebral profunda para la epilepsia resistente: dianas extratalámicas. Revista de Neurología. 53 (3). 153-164.
Elizabeth Vargas Tibocha
" desde nosotros como psicólogos clínicos debe generarse una corresponsabilidad con respecto a los avances de la psicología, que se han dado desde la extirpación del lóbulo frontal, para disminuir la agresividad " cómo sería eso?
EliminarEn los últimos años el trabajo de la psicología se ha visto complementado por las neurociencias , de forma especial ha nutrido el campo de la psicología clínica a través de sus avances en el estudio del sistema nervioso central y las bases biológicas de la conducta, por esta razón están muy relacionadas entre sí aportando explicaciones sobre la mente y la conducta, ya que al modificar las conductas se modifica el sistema nervioso central; los sistemas neuronales que sostienen la conducta están constituidos y sustentados por los genes y el ambiente. Al tratar de explicar problemas emocionales o afectivos es muy importante tener en cuenta la bioquímica y la función del SNC, debido que al estar relacionados y trabajar desde ambas áreas se puede favorecer al paciente en la explicación y tratamiento de su dificultad actual.
ResponderEliminarDe acuerdo con Redolar-Ripoll, (2014), la neurociencia cognitiva se centra en intentar responder la forma en como el cerebro recibe, integra y procesa la información y de la relación con la conducta, desde este campo se establece una relación entre la información obtenida del medio ambiente y la repuesta que tiene el individuo para adaptarse a su contexto, además de ello es lo que subyace a las emociones, la inteligencia, el pensamiento, lenguaje, atención, mecanismos de aprendizaje, que son temas vitales de abordaje en la psicología.
Redolar-Ripoll, D. (2014). Neurociencia cognitiva. Editorial Panamericana, Madrid, 5.
Carolina Martínez Sevilla
CÓMO ESPECÍFICAMENTE SE FAVorece al paciente?
EliminarDiana Fernanda Granados Cataño.
ResponderEliminar927162015
Las neurociencias tienen su origen hace muy poco tiempo, en su inicio esta solo se limitaba al estudio de la relación entre lesiones cerebrales y el comportamiento, pero con el paso de los años esta ciencia ha presentado avances significativos en el desarrollo de técnicas de neuroimagen, gracias a esta técnica se puede evidenciar los cambios funcionales y estructurales que se producen en pacientes con daño cerebral cuando se interviene para recuperar la función dañada y a su vez permite conocer los efectos de la plasticidad cerebral.
Es importante recordar que las neurociencias tienen una gran relación con la psicología clínica, es por ello que se debe empezar a trabajar de manera interdisciplinaria para así poder encontrar nuevos avances en pro a los pacientes. La psicología clínica y las neurociencias deben empezar a trabajar de manera conjunta en los modelos explicativos del funcionamiento cerebral, es decir no intentar explicarlo haciendo referencia a neurotransmisores, neuronas o circuitos sino por el contrario entender el cerebro como un todo y no por partes.
A los psicólogos clínicos les corresponde elaborar nuevas técnicas de abordaje para los trastornos mentales teniendo en cuenta el conocimiento de las neurociencias con relación al funcionamiento del cerebro normal y el cerebro afectado, a través de estudios donde intervengan y aporten los conocimientos que tienen tanto psicólogos clínicos como profesionales de la neurociencias, incluso las universidades podrían hacer parte de estas investigaciones y empezar a generar alianzas e interés en los futuros profesionales, con el fin de poder día a día encontrar grandes avances en este ámbito que beneficiarían las futuras intervenciones a los pacientes.
Tirapu, J., & Muñoz, J. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Psicología.com.
En concordancia con la opinión de la mayoría de los compañeros, las neurociencias constituyen hoy en día una disciplina que converge significativamente con la psicología. No es es mínimo el papel que tiene el sistema nervioso en el comportamiento (objeto de estudio de la psicología).
EliminarEl desarrollo científico ha permitido conocer cada vez más, cómo las redes neuronales y en general, la morfología y fisiología del sistema nervioso ofrece explicaciones orgániccas sobre la conducta del ser humano. No es un secreto que las lesiones en diferentes regiones han mostrado relación directa con el cambio en aspectos importantes del comportamiento. Asimismo, es evidente la función de los neurotransmisores en el desarrollo de trastornos comportamentales o del estado de ánimo.
Pero, no es solo en el ámbito de la explicación del comportamiento normal y anormal en donde las neurociencias aportan con su perspectiva a la disciplina psicológica. los diferentes tratamientos o intervenciones neurológicas, desarrolladas en las últimas décadas y cada día más implementadas (como el neurofeedback), abren un panorama interesante. Aunque muchas personas podrían cuestionarse la convergencia de la psicología con los tratamientos neurológicos por considerar que estos suponen una rivalidad para los procesos psicoterapéuticos, desde una visión interdisciplinaria, tales intervenciones puede visualizarse como un apoyo: un trabajo conjunto podría potenciar cambios físicos o fisiológicos que, acompañados de procesos terapéuticos orientados al entrenamiento de habilidades podrían configurar no solo un tratamiento sino el desarrollo de aptitudes y actitudes para hacer frente a situaciones psicológicas estresantes.
En conclusión, las neurociencias puede considerarse una disciplina que apunta a las distintas fases de un proceso psicoterapéutico: evaluación, en donde los métodos de neuroimagen y de tamizaje de funcionamiento neurológico podrían dar luces de un potencial daño orgánico o una alteración fisiológica; conceptualización y formulación, en donde los resultados obtenidos de la evaluación pueden contribuir a establecer objetivos más realistas, incluyendo, la atención interdiciplinaria, e intervención, en donde los tratamientos neurológicos pueden apoyar la corrección de alteraciones orgánicas y pottenciar los resultados de la psicoterapia.
Referencias
Escobar, M. y Pimienta, H. (2008). Neurotransmisores. Sistema Nervioso. Cali: Editorial Universidad del Valle.
Lam, R. y Hernández, P. (2014). El placebo y el efecto placebo. Revista Cubana de Hematología , Inmunología y Hemoterapia, 30 (3), 214-222
Nobac, C., Strominger, N., Demarest, R. & Ruggiero, D. (2005). Neurotransmitters as the chemical Messengers of certain circuits and pathways. The Human Nervous Sistem: Structure and Function. Totowa, New Jersey.
Qué crees que hace falta para mejorar esa relación como la que tu propones?
EliminarPodemos identificar la neurociencia dentro de la aplicación y el desarrollo de la psicología como un factor que se fortalece cada vez mas a partir de su fundamental estudio e información que brinda frente al comportamiento del ser humano y sus componentes, por lo que esto debería explicar por si solo su gran importancia en el acompañamiento de la aplicación de la psicología en todas sus ramas; En cuanto a la aplicación real de la psicología en todos los campos de nuestra practica se ve un gran vació que deja la ausencia de la neurociencia, no se podría decir que en su totalidad es inexistente su acompañamiento o fundamentacion teórica en la practica psicológica pero si que no se usa lo suficiente o con la frecuencia que permitiria mayor asertividad en diagnosticos, procedimientos y resultados de nuestra profesion. Lo que genera una visión de lo que podría desarrollar un ajuste que si permita la aplicación del componente de la neurociencia en la hipótesis, la explicación y la retroalimentacion que se da a los consultantes que generara mayor compresión al nivel biológico y neuro psicológico del comportamiento del consultante y si así fuera a nivel psiquiátrico seria un procedimiento eficaz que permita que el componente primordial de la ética del psicólogo se cumpla y es la calidad y experticia de todos los procesos que se realicen frente al bien estar del consultante.
ResponderEliminarComo nos indica Edelman (1994) frente a la evidencia de la teoría de as funciones cognoscitivas complejas que requieren una integración rápida de la información en varios componentes tanto sensoriales como comporta mental a través de interacciones entre las regiones cerebrales que están amplia mente distribuidas lo cual apoya la hipótesis de la importancia del área de la neurociencia en la practica psicológica. (Edelman, 1989; Tononi, Sport & Edelman, 1994).
En tanto al área de la psicología clínica y su aplicación, con lleva mayor relevancia y prioridad mantener un constante componente de la neuro ciencias como para el establecimiento de hipótesis y retro alimentación del caso, como en el proceso del tratamiento de intervención. El área psiquiátrica puede ser un acompañante frecuente en casos desarrollados por el profesional lo que generara mayor necesidad y demanda del manejo y conocimiento del área de la neuro ciencia, como puede que en la actualidad se de este uso al componente y se tenga presente en el proceso, podría decirse que no es lo suficiente y que este aspecto seria una estrategia asertiva para abordar a los consultantes lo que generara mayor confianza en el diagnostico como en el proceso de intervención que el profesional desarrollara en cada caso.
Referencias
Sierra-Fitzgerald, Oscar, & Munévar, Gonzalo. (2007). Nuevas ventanas hacia el cerebro humano y su impacto en la neurociencia cognoscitiva. Revista Latinoamericana de Psicología, 39(1), 143-157. Recuperado em 27 de maio de 2017, de http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0120-05342007000100011&lng=pt&tlng=es.
perspectivas? pilas con la ortografía
EliminarDe acuerdo a los comentarios de mis compañeros y a la opinión propia, la neuropsicología aplicada a la psicología clínica debe abordar algunos aspectos fundamentales como lo son: Explicar los trastornos mentales en general, y los síntomas, en función de alteraciones estructurales o funcionales en la actividad cerebral, dotar a la psicología clínica de diferentes explicaciones, donde la terminología excesivamente mentalista actual y las conclusiones que de ella se derivan se complementen con conocimiento del cerebro y por ultimo Ayudar a explicar la eficacia de las técnicas psicoterapéuticas y psicofarmacológicas utilizadas en la actualidad desde un modelo del funcionamiento cerebral. (Tirapu & Muñoz 2004)
ResponderEliminarEn lo que respecta a mi interés frente a establecer una relación entre las neurociencia y la psicología clínica me inclino por la explicación de la eficacia de técnicas de técnicas psicoterapéuticas desde el funcionamiento neuronal, Precisando técnicas que demuestren su eficacia evaluando los cambios sobre el funcionamiento cerebral. Alguna técnicas de neuroimagen muestran los cambios funcionales y estructurales que se producen en pacientes con daño cerebral cuando se interviene para recuperar la función dañada, conociendo el antes y el después de la intervención en el cerebro de lo que a su vez permite comprender los efectos de la plasticidad cerebral. En este sentido los diferentes modelos psicoterapéuticos deben explicar algo más de lo que resulta obvio, es decir, deben ir más allá de la afirmación de que algo es eficaz para explicar cómo y porque es eficaz, Evidenciando que la intervención produce cambios en el nivel interpretativo de la realidad del paciente, produciendo así cambios en su cerebro. Desde esta perspectiva lo biológico y lo funcional se unen en una única realidad como es el ser humano. (Tirapu & Muñoz 2004)
Tirapu-Ustárroz, J., & Muñoz-Céspedes, J. M. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Psicología. com, 8(1).
reconoces la diferencia entre neuropsicología y neurociencia? qué falta para que los psicólogos hagan lo que tu propones?
EliminarAna María González Hernández 911162023
ResponderEliminarTirapu y Muñoz (2004) refieren: “En la actualidad, la psicología clínica y la psiquiatría se hallan encerradas en pequeños campos de conocimiento que siempre resultan reduccionistas, así, en el campo de la salud mental nos encontramos con profesionales que tratan de explicar (más ahora que nunca) la psicopatología por un problema en el sistema dopaminérgico o serotoninérgico, o muchos psicólogos, que se aferran al modelo cognitivo-conductual, como si esto fuera una verdad única y absoluta. Sin embargo, el trabajo clínico resulta ser mucho más complejo, pero como señala Maslow “cuando solo tienes un martillo tratarás todas las cosas como si fueran clavos”. Esta frase debe llevarnos a reflexionar sobre nuestra codicia al intentar reducir una realidad tan compleja, como los trastornos mentales, a realidades simples que nos alejan de la comprensión del fenómeno global: debemos reconocer con humildad, que reducir la agorafobia a problemas de neurotransmisión o los trastornos afectivos a distorsiones cognitivas, es simplista, y en la clínica, la utilidad de estos planteamientos es más bien reducida.”
Respecto a esta referencia y relacionado con las preguntas planteada, me gustaría opinar que, como psicóloga clínica, considero que no suele usarse o tomarse en cuenta la neurociencia, más allá que, para tener en cuenta el uso de medicamentos o la existencia de un trastorno mental que influya o interfiera con la terapia.
Se podría decir que, en la práctica profesional, no suele ser usado el conocimiento en neurociencias, ya que la terapia suele enfocarse en lo observable y de fácil acceso, como los comportamientos de los consultantes, la historia de estos comportamientos, y la influencia ambiental sobre estos. Pero se puede evidenciar que, a la mayoría de psicólogos clínicos, les interesan las influencias externas sobre el comportamiento y no el abordaje biológico de estos, porque suele ser difícil acceder a la evaluación de este.
Por otra parte, también se podría pensar que una gran cantidad de psicólogos clínicos, no son conscientes de la influencia neuronal y biológica del cerebro sobre las diferentes conductas de las personas, creyendo que el funcionamiento neuronal no tiene gran relevancia, y que lo único que importa, son los antecedentes ambientales de la conducta, o como mencionan Tirapu y Muñoz (2004), solo se dedican a simplificar o reducir la conducta o los trastornos.
Finalmente, concuerdo con mis compañeros cuando resaltan la importancia de entender el funcionamiento del cerebro y su influencia sobre el comportamiento, ya que es el cerebro la primera instancia donde se produce el comportamiento, y debería ser obligatoria la revisión del funcionamiento neuronal del paciente, para entender su comportamiento, y poder consolidar un tratamiento adecuado a las conductas problemas. Pero personalmente considero que hay poca divulgación respecto al funcionamiento neuronal y los aspectos importantes a tener en cuenta, y que esta es la razón de que muchos no consideremos relevante una evaluación detallada de los procesos neuronales del sujeto.
Tirapu, J., & Muñoz, J. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Psicología.com. (8) 1. Recuperado de http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/755/
la solución estaría relacionada con más cursos de neuro o algo así?
EliminarAndrea Katteryne Rozo Rodríguez - 927162012
ResponderEliminarPara empezar, haré mención a la pregunta de ¿Qué perspectivas hay respecto a la relación entre neurociencias y la práctica clínica?, al respecto, considero que sí existe una relación estrecha entre las neurociencias y la psicología, sobre todo en el campo de la ciencia básica, ya que es fácil encontrar investigaciones que aborden la relación entre correlatos fisiológicos/neuronales y la conducta (por ejemplo, López-Escribano, 2007; Delgado, 2009), en una relación bidireccional, por un lado se utilizan las neurociencias para explicar el comportamiento y por otro, se estudia el comportamiento para explicar las funciones y formas de funcionamiento cerebral (Adrover y Duarte, 2001). Ahora bien, respondiendo al otro interrogante, ¿Qué tanto usamos ese conocimiento en los campos aplicados de la psicología?, considero que aunque se asume que existe relación entre las dos áreas no siempre se le da la importancia y uso requerido.
Al considerar los campos aplicados de la psicología, puedo identificar que desde el área educativa, del desarrollo y en campo de atención clínica en contexto psiquiátrico, se encuentra una relación más fuerte, ya que es frecuente que se utilicen baterías e instrumentos neuropsicológicos en el proceso de evaluación, diagnostico e intervención, en especial en trastornos generalizados del desarrollo y de la personalidad. Así mismo, estas áreas cuentan con trabajo interdisciplinario que incluye valoraciones y seguimiento por neurología. Otro campo aplicado en el que puedo identificar relación entre neurociencias y psicología, es el área del consumidor, ya que “los avances en el campo de las neurociencias para el desarrollo de estrategias de negocio y de comunicación comercial resultan imprescindibles” (Balanzó y Sabaté, 2007).
En cuanto a la práctica clínica privada, considero que en algunos momentos nos quedamos cortos, en el proceso de evaluación por ejemplo, se indaga acerca de los factores biológicos y de salud importantes, pero suele pasar que nos quedamos con la información consignada y no se indaga a profundidad dichos aspectos. Lo mismo ocurre durante el proceso de intervención, como veíamos durante el desarrollo del curso, para que una persona sea beneficiaria de intervenciones neuropsicológicas deben pasar varios filtros, intentos de terapia y tiempo, lo que cronifica la afectación y van en contra del bienestar del paciente. Técnicas como la estimulación magnetica transcraneal, el neurofeedback, la estimulación cerebral profunda o la terapia electroconvulsiva se ven aún en un nivel separado de la psicoterapia, por una lado, por desconocimiento y por otro, por los costos económicos que implica. Por lo tanto, el reducir cada vez más la brecha aun existente entre neurociencias y piscología en el campo aplicado es una labor tanto de los profesionales que trabajamos en el área como de las grandes instituciones de salud y de investigación que tienen interés en el tema.
Adrover, J. Duarte, A. (2001). La integración entre psicología cognitiva y neurociencias: una necesidad reciproca. Subjetividad y procesos cognitivos UCES. Pp. 9-19.
Balanzó, C. Sabaté, Mc. Neurociencias y publicidad: la nueva frontera de la persuasión. IV Congrés Internacional Comunicació I Realitat. Pp. 909-923.
Delgado, L. (2009). Neurociencias y publicidad: la nueva frontera de la persuasión. Editorial de la universidad de Granada. España.
López-Escribano, C. (2007). Contribuciones de la neurociencia al diagnóstico y tratamiento educativo de la dislexia del desarrollo. Revista de neurología. 44 (3). Pp.173-180
qué habría que hacer para reducir esa brecha?
EliminarCon respecto a las diferentes perspectivas en la relación entre neurociencias y la práctica clínica, se encontrar varios aspectos epistemológicos de unión e interés que permitan una mirada integral y abarcadora del conocimiento, esto exige a la práctica clínica, encontrar mecanismos de colaboración, y trabajo organizado (que es escaso) para contemplar la complejidad de la relación entre el cerebro, y comportamiento teniendo en cuenta que el conocimiento que podamos construir será más amplio en la medida en que se contemplen diversas perspectivas y se logre profundizar en el conocimiento y el encontrar mecanismos, puntos de común unión.
ResponderEliminarEn la actualidad se cuenta con el aporte de las técnicas de neuro-imagen, la búsqueda de nuevos marcos conceptuales y la necesidad de anclaje de la conducta humana en el funcionamiento cerebral, cuidando aspectos de no reduccionismo ni mecanicismo. Es necesario contemplar las aportaciones de las neurociencias a la evaluación de los trastornos mentales donde se expliquen los trastornos mentales en función de alteraciones en la actividad cerebral, que permitan a la psicología clínica el uso de un lenguaje más acorde con nuestro conocimiento del cerebro y, la ayuda que permite explicar las técnicas psicoterapéuticas utilizadas en la actualidad desde nuestro conocimiento actual del funcionamiento cerebral. Sin embargo, esto media por el nivel y capacidad investigativa del país, exige de parte de psicólogos clínicos la búsqueda de aportes que hagan la investigación en estas áreas, desde el reconocimiento de la psicología y las neurociencias como productoras de investigación pertinente e innovadora.
esta respuesta NO tiene autor!
EliminarEsteban David Rivera Gutiérrez
ResponderEliminar927162024
El entendimiento de la mente humana se encuentra un sinfín de cuestionamientos acerca de su funcionamiento y sobre aquello que perturba la forma en como habitualmente este se comporta. En este descubrimiento se es necesario la intervención y entendimiento de diferentes disciplinas que aporten su perspectiva a la hora de analizar este fenómeno, debido a que cada una de las disciplinas puede proporcionar una alternativa de análisis o factores determinantes que favorezcan o aclaren el entendimiento de dicho fenómeno cognitivo.
Si bien este es uno de los lineamientos más factibles para la construcción de conocimiento, su principal dificultad se entorna en el establecimiento de la comunicación asertiva y fluida entre las diversas disciplinas, pero si hay algo que nos brinda la psicología es que entre mayor repetición se de en una conducta aumenta la probabilidad de que se aumente el dominio en el manejo de la misma.
Hablando netamente del desarrollo en el ejercicio clínico es que existen diversos factores que interfieren en la integración de las neurociencias y la psicología clínica, uno de los factores que más hacen disonancia es el que un psicólogo clínico no necesariamente necesita de la interacción o comprensión de las neurociencias para generar cambios en el consultante. Sin embargo los terapeutas con bases conceptuales más robustas tienes a demostrar mejores resultados, al poder proporcionarle a los consultantes una explicación más esclarecedora sobre su problemática, curso, manejo y diversidad de opciones para su tratamiento.
Referencias
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Universidad Nacional de Colombia Pérez-Acosta Andrés M. Universidad del Rosario, Colombia.
Tomado de http://www.scielo.org.co/pdf/apl/v31n1/v31n1a02.pdf
Muñoz-Cespedes JM, Tirapu-Ustarroz FJ (2001). Rehabilitación Neuropsicológica. Madrid. Síntesis.
Tirapu, J. & Muñoz, J. (2004) Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicologia.com. Recuperado de: http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/755/
"Si bien este es uno de los lineamientos más factibles para la construcción de conocimiento, su principal dificultad se entorna en el establecimiento de la comunicación asertiva y fluida entre las diversas disciplinas, pero si hay algo que nos brinda la psicología es que entre mayor repetición se de en una conducta aumenta la probabilidad de que se aumente el dominio en el manejo de la misma." ¿como digo una cosa digo otra? que tiene que ver lo uno con lo otro Esteban? ud. seguramente pudo haber dado una respuesta más compleja a las preguntas
Eliminar
ResponderEliminarDerly García Lis Cod. 927162021
RELACIÒN ENTRE PSICOLOGÌA CLÌNICA Y NEUROCIENCIAS
Las neurociencias ofrecen un apoyo importante a la psicología clínica, ya que uno de los objetivos es entender uno a uno los factores que se encuentran implicados en cada procesos mentales del individuo. La tarea central de las neurociencias es la tratar de explicar cómo funcionan las células nerviosas en el encéfalo y como se origina la conducta en el individuo, y de qué manera estas células están influidas por el medio ambiente. Por otra parte, es importante resaltar que el papel de las neurociencias en la psicología clínica está relacionada con la explicación que puede dar de los trastornos mentales en general, los síntomas, las alteraciones en la actividad normal del cerebro, otro aspecto de gran importancia que relaciona a la psicología clínica y las neurociencias es que existan fundamentos sólidos a la hora de explicar el comportamiento y las conductas clínicamente relevantes del ser humano.
Otro papel fundamental de las neurociencias es demostrar cómo la actividad del cerebro se relaciona con la psiquis y el comportamiento, entender nuestras conductas y lo que es más importante aún: cómo aprende, cómo guarda información nuestro cerebro y cuáles son los procesos biológicos que facilitan el aprendizaje, aunque es muy amplio el repertorio y las áreas relacionadas con la neurociencias, existen todavía muchas en las que todavía no ha sido posible dar cuenta las neurociencias (la conciencia , la percepción…. )
La psicología clínica tiene un gran respaldo de las neurociencias porque es atreves de esta que puede demostrar que muchos trastornos psicológicos tienen en gran medida un origen cuando existe déficit en la actividad cerebral, entendida desde los procesos superiores
Referencias:
Muñoz – Céspedes J.M. (2004). Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista de Psicología. Tomado de http://www.psiquiatria.com/revistas/index.php/psicologiacom/article/viewFile/781/755/
respuesta coja... y lo de las perspectivas?
EliminarAris Felipe Prieto Cruz
ResponderEliminarTal como lo postula Kuhn (2011), el desarrollo de nuevos paradigmas de conocimiento se da de una manera cultural y social de choque, debate y competencia por obtener resultados que avalen dicho paradigma. En este orden de ideas, no es un secreto que la introducción de la neurociencia en la psicología clínica es un paradigma relativamente joven, y por tanto, es apenas compresible la voluntad de análisis, de diálogo y de reflexión sobre si éste es la dirección correcta o no para abordar el fenómeno de la salud mental, un concepto en primera instancia subjetivo y cultural de lo que salud, bienestar y normalidad puede significar.
La neurociencia en el campo de la psicología clínica ha trascendido, y aún pelea por un escaño, entre la rehabilitación enfocada en optimizar los procesos psicológicos básicos en casos de lesiones cerebrales y metodologías y procedimientos (tanto no invasivos como invasivos) para el tratamiento de trastornos mentales de amplio espectro y naturaleza, desde depresión a problemas de la conducta alimentaria; con esto como antecedente, la discusión aún sigue: ¿hasta qué punto? ¿hasta dónde permitir que una cirugía o intervención desde lo biológico incida en el sentir, en el comportamiento y en el ser de una persona?; sin embargo, estas preguntas se han ido resolviendo poco a poco con los beneficios y buenos resultados que la neurociencia ha podido demostrar, en problemáticas de la salud mental, quizá la clave está en la ética y el reconocimiento de la facultad humana, para decir “suficiente” e instaurar un límite, sin dejar deslumbrarnos solo por lo maravilloso de la inmediatez del cambio en la mayoría de intervenciones de corte neuropsicológico; además, el aplicar neurociencia no tiene por qué ser un factor excluyente del quehacer del psicólogo clínico (Solms, Turnbull, Sacks y Jaramillo, 2004).
El ser humano es subjetividad, ni la ciencia más “exacta” ha logrado mostrar lo contrario, es entonces válido rescatar el arte que implica hacer psicología clínica (Aedo, 2015), pues por medio del discurso y la palabra esta ciencia pone en servicio los conocimientos técnicos que posee integrándolos con la interpretación, subjetividad y pasión del uso del lenguaje como herramienta principal de cambio en el ser humano; el debate de ideas, la confrontación, el mismo análisis del cómo se comporta el ser humano como ser contextual, abre inevitablemente y aunque muchos se opongan, la puerta de un arte, la puerta que la neurociencia aún no consigue atravesar; es entonces que estas dos disciplinas se potencian y complementan, pues aunque la neurociencia posibilite la estabilidad y asintomatología de quien padecía un trastorno psicológico, es la clínica y la psicoterapia, la que codifica un cambio consiente en la persona, un conocimiento y reconocimiento de su ser, su actuar y su pensar, permitiendo así no solo la recuperación física y el cambio comportamental de la persona, sino el cambio de vida mismo a través del autoconocimiento, de la apreciación propia de su ser y el “sanar” aquellas heridas internas y de imposible localización, de las cuales toma partido el psicólogo clínico.
Referencias
Kuhn, T. (2011). La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de cultura económica.
Solms, M., Turnbull, O., Sacks, O., & Jaramillo, D. (2004). El cerebro y el mundo interior: una introducción a la neurociencia de la experiencia subjetiva. Fondo de Cultura Económica.
Aedo, E. (2015). El Arte de la Psicoterapia y la Simbolización del Significado. Una Visión Humanista y Existencial del Quehacer Terapéutico. Ajayu Órgano de Difusión Científica del Departamento de Psicología UCBSP. Vol. 11(2).
interesante
EliminarMarcos Quintero Riveros
ResponderEliminar¿Qué tanto usamos ese conocimiento en los campos aplicados de la psicología?
La respuesta a esta pregunta la puede dar cada uno desde la honestidad frente a como aborda cada consultante en las áreas aplicadas de la psicología, porque en la revisión que realicé no se encuentran estadísticas a este nivel. Tirapu y Muñoz (2004) afirman que en el campo de la salud mental se encuentran profesionales que explican la psicopatología o los problemas de comportamiento por un problema en el sistema dopaminérgico o serotoninérgico o se aferran al modelo cognitivo – conductual como si esto fuera una verdad única y absoluta. Me atrevo a decir que aferrarse a una única explicación como absoluta verdad puede ser peligroso, se necesitaría una perspectiva multidisciplinaria que tenga en cuenta los diversos componentes de la conducta humana. Seguramente existen profesionales que tienen esta mirada multidisciplinaria, como aquellos que se aferran a una única explicación dejando fuera otros elementos valiosos. Seguramente muchos de las propuestas de los programas de psicología incluyen aspectos venidos de las neurociencias, que de acuerdo a Tirapu y Muñoz 2004, un posible lugar de encuentro entre estas diferentes perspectivas puede ser la neurociencia ya que esta disciplina tiene como principal cometido el estudio del sistema nervioso desde un perspectiva multidisciplinaria para desentrañar como cerebro y mente entretejen sus hilos en una única realidad como es el ser humano, lo cual llevará a un abordaje más amplio de cada consultante desde las diversas aplicaciones de la psicología.
¿Qué perspectivas hay respecto a la relación entre neurociencias y la práctica clínica?
Para Mauriera 2010, la neurociencia se sustenta en conocimientos empíricos obtenidos desde la biología del sistema nervioso, de sus estructuras y funciones que permiten generar bases explicativas para muchos procesos complejos.
Castañón y Laez 2009, afirman que el funcionamiento cerebral es necesario, pero insuficiente para dar cuenta del comportamiento humano, el cerebro no sirve más que de factor necesario para la realización de esas funciones, pero no es en modo alguno las causa, para que un sujeto manifieste un determinado comportamiento es necesario un organismo con unas estructuras biológicas pero la explicación de su comportamiento no puede delimitarse a sus componentes biológicos, el análisis del comportamiento debe ser genuinamente psicológico, el cual no ignora los componentes biológicos, pero no son tratados como elementos causales de los comportamientos sino como componentes facilitadores o interferidores de determinadas interacciones comportamentales.
Tirapu y Muñoz 2004, en cuanto a la psicología clínica, resulta fundamental que a la luz de los nuevos conocimientos elabore nuevas técnicas de abordaje de los trastornos mentales basadas en nuestros conocimientos del funcionamiento del cerebro normal y del cerebro afectado, debemos reflexionar sobre lo que hacemos y sobre lo que nos queda por hacer, escuchemos a las neurociencias y no abandonemos la intuición y la imaginación. Así, podremos avanzar hacia una nueva manera de hacer y entender la psicología.
Es necesario así ir escuchando a las neurociencias que puede tener una mirada interdisciplinar que complemente el análisis psicológico de la conducta, escucha que implica un estudio serio y consciente de los contenidos que propone y amplié las explicaciones psicológicas de la conducta.
Referencias:
Castañón, M. Láez, M. 2009. Psicología y Neurociencias: Buscar la llave donde hay luz y no donde se perdió. Revista Prolepsis, 3, pág 60 – 70.
Mauriera, F. 2010. La neurociencia cognitiva ¿Una ciencia base para la psicología?. Revista GPU, 6, 4, pág. 449 – 453.
Tirapu, J. Muñoz, J. 2004. Neurociencia, neuropsicología y psicología clínica: Necesidad de un encuentro. Revista Psicologia.com.
me parece interesante y bien llevada su respuesta, aunque no comparto que haya componentes causales a nivel biológicos
Eliminarme hubiera gustado ver más claramente su postura
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